POR GILBERTO SUERO CAVALLO,
Fuente Ecos del Sur.
Era el sábado 26 de enero 2013, día de
celebración patria al cumplirse 200 años del nacimiento del más insigne
dominicano de todos los tiempos, Juan Pablo Duarte y Diez, forjador de
nuestra independencia.
El día comenzó según lo programado por
la Comisión Permanente de Efemérides Patrias de la provincia de Barahona
con un toque militar de honor, himno nacional e izamiento de nuestra
bandera en la plazoleta de la gobernación provincial. Desde ahí, los
presentes partimos caminando hacia la catedral donde a las 8:30 AM
participamos en un hermoso Tedeum (acto de gracias a Dios) en tan
memorable fecha.
Para satisfacción de los que creemos que todavía hay patria, la catedral estuvo llena de asistentes. Fue notoria, aun siendo sábado, la gran cantidad de estudiantes. Había feligreses, militares, periodistas, comunitarios, funcionarios y gente de todos los partidos políticos. Fue un Tedeum que llegó a todos los corazones presentes, dirigido por el padre Gabriel.
Terminado el acto religioso y siguiendo el programa, partimos de la catedral en una multitudinaria marcha hacia la Plazoleta Duarte donde se hizo una gran ofrenda floral.
La ruta siguió la Calle Nuestra Señora
del Rosario hasta el parque central, luego a la derecha en la calle 30
de Mayo, de ahí a la derecha en la calle Duarte hasta la Avenida
Luperón para llegar a la plazoleta.
En la calle Duarte, precisamente,
próximo al antiguo Teatro Bahoruco, una señora muy entrada en años,
parada al borde de la acera, sostenida por una jovencita que debía ser
su biznieta, emocionada al ver tanta gente alegre, portando banderas
(bonitas banderitas dominicanas hechas de papel con un palito de flor de
caña, distribuidas por la comisión) expreso: -“Y QUE PARTIDO ES ESE CON
TANTA GENTE?, A ESE NO LE GANA NADIE”.
Quizás lo dijo porque en su ya cansado
interior aún resuena la algarabía y el tronar de tantas caravanas
organizadas por los partidos políticos en cada campaña electoral y que
tienen como ruta obligatoria la calle Duarte.
La jovencita le dijo:” No mamá, es que
hoy es el Dia de Duarte, son 200 años”. La anciana dijo:” Ay, verdad…
pero como quiera, ojalá que a Duarte no le gane nadie.”
Que quiso decir la ancianita? Todavía
hay patria. Ojalá que los principios y la brújula duartiano jamás se
desorienten. Que a la hora de decidir sobre temas que afecten a la
mayoría de los dominicanos, que en esencia es la patria, todas las
libertades, cada quien que participe en esas decisiones lo haga
teniendo como norte el testimonio de Duarte: sacrificio, persona, vida y
bienes, jamás el afán de lucro, fama y poder.
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