POR ALEJANDRO SANTANA
Muchos jóvenes graduados han visto en la
medicina la oportunidad de hacer riquezas con su profesión, cambiar de
vida, acumular posesiones materiales, complacer vanidades, “vivir como
“príncipes”.
No es el caso de Freddy Feliz, Freddy la
Tabla, para los suyos, para sus amigos y camaradas del Frente
Estudiantil Flavio Suero, FEFLAS, del cual fue uno de sus fundadores,
donde se convirtió en uno de sus dirigentes fogosos.
Desde que ingreso como estudiante
secundario al liceo Federico Henríquez y Carvajal y junto a varios
compañeros, fundar el FEFLAS, y pasa a ser su dirigente, su vida cambia,
pues era frecuente la salida a las calles a reclamar reivindicaciones, a
protestar contra atropellos y a ser perseguido.
Fueron muchas las veces que su casa
materna fue allanada, fueron varias las veces que se le encarceló,
fueron muchas las propuestas políticas para que cambiara de bando,
fueron muchas las ofertas, para que pasara a las filas de los verdugos
del sistema
Pese a que su vida de estudiante la
transito con grandes penurias, las ofertas, los hostigamientos
policiales y políticos no lo hicieron claudicar, se mantuvo fiel a sus
principios hasta el sol de hoy.
Logra, ingresar a la Universidad
Autónoma de Santo Domingo y por sus calificaciones, recibe una beca de
estudio que le aseguraba, 60 pesos mensuales, los que debían alcanzarle
para cubrir todos sus gastos, y demostrar cada mes con sus
calificaciones que seguía siendo merecedor de esa beca.
Hijo de Ramón Feliz, Cabo Suárez, y
Regina Urbáez, doña Gina, nacido en la calle Duarte número 27, cerca del
parque de los Suero, el numero 7 de ochos hermanos.
Doña Gina, fue siempre una mujer
hogareña, amistosa, buena vecina, era la que siempre tenía que
enfrentarse a la policía y fiscales cuando acudían a su vivienda en
busca del hijo “comunista”.
Siempre se mantuvo presta a
enfrentarlos, sus palabras eran la de una madre consciente de la
filiación política del hijo; “qué pasa ahora, que quieren callarlo”, no
lo lograran, el está consciente de sus ideales, con ellos no hace daño a
nadie, solo al sistema, el que le gustaría cambiar para bien hasta de
ustedes mismos.
La vida de estudiante de Freddy la
Tabla, fue dura, no tuvo tiempo para discotecas, no aprendió a bailar,
su entretenimiento, era un libro, sus ideales políticos, su acción
solidaria para con los demás.
Su vida tomo un giro a la tranquilidad
cuando se gradúa en el año de 1982, de médico general y se queda en la
capital trabajando en una clínica privada, pero eso no duro mucho tiempo
su lugar estaba en su región, donde los pobres lo necesitaban.
De esa clínica, viajo a San Juan de la
Maguana, donde paso varios años en un hospital, sirviendo a los
necesitados, de esa provincia, llega a la zona costera, a Enriquillo,
varios años también en el hospital público del lugar, de ahí a la
entonces sección de la Ciénaga, siempre sirviendo a los necesitados.
Es trasladado nueva vez, en esta ocasión
a Tamayo, de la Provincia Bahoruco, varios años también, vinculado a
las necesidades de los más desposeídos, sirviéndoles con entereza.
Hasta que finalmente, es trasladado a su
ciudad, para cumplir sus grandes sueños, ser el médico de los pobres,
de los amigos del necesitado.
Sus primeros años en su natal, los agota
en el consultorio de la cárcel pública local, de ahí al hospital Jaime
Mota, donde permanece, siendo el médico mas solicitado, por quienes
necesitan servicios solidarios, humano, y hasta personalizado, porque
cada paciente es su amigo, o es de su condición social, al de los
pobres a quien juro desde el comienzo de su profesión acudir en ayuda.
La Tabla, no tiene posesiones
materiales, es el Freddy de siempre, se le ve en cualquier lugar,
caminando las calles de su pueblo, a pie, con los amigos de siempre.
Su grandeza, como ser humano es que
nunca está de prisa, siempre tiene tiempo para prestar atención a los
necesitados, siempre en procura de medicamentos para los desposeídos.
Freddy, tiene un gran sueño que los
servicios médicos estén al alcance de los pobres que las atenciones en
los hospitales del Estado sean de calidad, y más humana, que sus colegas
sean más amorosos con los pacientes.
De sus hijos, dos han seguido sus
pasos, son médicos, y su gran anhelo es que vean en la medicina la
oportunidad de servir al necesitado.
Freddy es uno de nuestros grandes
hombres, ejemplo a seguir por sus ideales, por su trayectoria a favor
de los necesitados, Freddy el amigo, el camarada, el médico de los
pobres, el comunista para los reaccionarios
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