POR ALEJANDRO SANTANA
Hay ocasiones en que uno debe hacerse preguntas y frecuentemente, uno se hace preguntas tontas, pero estas vienen de acciones que se tom
an de repente, decisiones que debieron ser tomadas años antes.
En el cado de nuestro presidente constitucional, doctor Leonel Fernández, Reina, presidente de la República hasta el próximo 16 de agosto, cuando se despoje de la banda presidencial para colocársela, al licenciado Danilo Medina.
Ocurre que luego de las elecciones, el activismo de Leonel ha ido en crecimiento, ha hecho nuevos endeudamientos, ha incrementado inauguraciones, ha apurado algunas obras que debieron dejarse al nuevo incumbente.
En fin en algunos círculos se dice que parece que Leonel Fernández en vez de entregarle la presidencia de la República a uno de su partido se la entregara a su contrincante él, PRD.
Es que en el periodo de transición se han hecho muchas cosas que no han debido, aunque su investidura como mandatario se extienda hasta tres meses después de las elecciones.
Ocurre que ahora a pocos días de la nueva toma del poder por el elegido, nuestro presidente se destapa con leyes, decretos que hacen que uno se pregunte, y dónde estaba nuestro presidente en los once años y meses anteriores.
Esta pregunta sale con más fuerza cuando de repente nuestro mandatario entiende que hay que regular el consumo de bebidas alcohólicas.
Que hay que poner reglas para que menores de edad no sigan siendo visitantes asiduos a lugares de diversión, que estudiantes uniformados no puedan ser adquirientes de ningún tipo de bebidas.
A días de salir del poder, nuestro presidente aterriza y ve las debilidades que tenemos como país, debilidades que han estado ahí desde antaño.
Es como un padre que sabe que uno de sus hijos roba, pero calla, no corrige, pero cuando el vecino lo denuncia, el sale en defensa de su vástago ladrón.
Observando todas esas cosas que a mí me parecen descabelladas, fuera de contexto, carentes de razonamientos lógicos, es que me pregunto y dónde andaba nuestro presidente que no sabía que aquí se consume mas alcohol que productos alimenticios.
Por eso de repente, salgo a reflexionar por las denuncias de nuestro senador que ha alertado sobre las pretensiones de que, quienes construyen el boulevard, María Montez, de acortarlo ,para inaugurarlo antes del 16 de agosto.
Parece que el poder hasta cambia la sencillez de los presidentes, los hace egoístas y egocéntricos que se llegan a creer que luego de ellos, el mundo acabara y ya no habrá más país.
Que se fueron los hombres nobles, que ya las pretensiones y compromisos del entrante se borraron, que a partir de su salida ya no habrá patria.
Todo eso me causa pena, porque actitudes como esa se inscriben entre las debilidades del ser humano que llega a creerse que solo él puede hacer las cosas.
Es por eso que en ocasiones me pregunto, dónde fue a parar el lado razonable de nuestro mandatario saliente, dónde andaba antes, que no vio nuestras dificultades y debilidades.
