POR ALEJANDRO SANTANA
La
democracia dominicana, pierde a uno de sus más nobles eslabones, la ciudad de
Barahona pierde a uno de sus más grandes y consagrado mancipe, el más humilde,
el más brillante.
Noel
Suberví Espinosa, un hombre de estado, un ciudadano querido, ejemplar,
solidario, amante de su pueblo al que ni las más altas posiciones políticas lo hicieron
ausentarse de su Barahona.
Paso
por los más altos cargos públicos, ocupo las posiciones más altas en el congreso de la Republica, tuvo asiento
en los más altos estamentos de la nación.
Pero
tubo un banco que nunca cambio por las altas posiciones que ocupo, un banco del
parque central de su ciudad donde siempre en horas de la tarde mientras sus
condiciones se lo permitieron lo estuvo ocupando.
Un
banco del parque de su ciudad localizado frente al local del Partido
Revolucionario Dominicano, lugar testigo mudo de muchas protestas nacionalista
en los tiempos difíciles de la represión.
En
la oposición, en las altas posiciones que le toco ocupar, siempre tubo un
momento en horas de la tarde para sentarse en ese banco de nuestro parque,
donde compartía con amigos y compañeros de partido.
Cuantas
veces pude ver su vehiculo con la placa oficial de la cámara de Senadores
cuando fue su presidente, estacionado precisamente en ese lugar y el sentado en
ese mismo banco compartiendo con sus asiduos amigos y compañeros.
Sus
funciones, nunca lo sacaron de la ciudad en la que vivió siempre con la misma
rutina, acudir al palacio de justicia local, como abogado en ejercicio o como
funcionario judicial.
Una
cerveza pequeña, comprada en cualquiera de los establecimientos de los
alrededores, sentarse en ese banco a leer la prensa, conversar con amigos y
compañeros, sus posiciones nunca lo hicieron cambiar.
Amoroso
para con todos, hombre del PRD, que nunca aún en los peores momentos de la
democracia dejo de hacer vida publica en su pueblo.
Aún
en los peores momentos, no escatimó esfuerzos en acudir a la dotación policial
a diligenciar la libertad de un apresado, nunca alego cansancio para subir a
estrado a defender a un ciudadano encarcelado por razones políticas o
inconsecuencia de autoridades.
Y
aunque siempre fur un hombre hogareño, amable para con su familia, nunca dejo
de acudir en ayuda de un ciudadano que necesitara sus servicios de abogado, siempre
estuvo el doctor Noel Suberví Espinosa presente, solidario, el compañero,
hombre honesto, sencillo humilde.
Hoy
su partido pierde a un gran exponente de la unidad, de la solidaridad, el país
pierde a un gran exponente de la democracia, los barahoneros perdemos a un gran
mancipe el que enterraremos con honores.
No
con los honores que alcanzo a través de sus altas posiciones o designaciones, si no con los honores
ganados como ciudadano, como amigo sincero, como esposo, como padre, como uno
de nuestros más dignos mancipes.
No
tengo que destacar los cargos y posiciones ganadas en elecciones, se que me enaltezco al destacar sus grandes cualidades humanas,
partidistas, como amigo.
Hoy,
despedimos en la tumba a un hombre grande a un excelente ciudadano a un digno munícipe,
un cariñoso esposo a un amoroso padre, a un hombre honesto a un digno perredeístas
que pudiera servir como inspiración para la unificación de esa agrupación política.
No
lo despediremos con lágrimas, lo haremos con el orgullo de haber tenido entre
nosotros a uno de los hombres más grandes de la democracia dominicana nacido en
nuestra región, al amigo el que nunca dejo de estar entre nosotros.
Haciendo
plegarias porque su viuda, sus hijos, se sientan orgullosos de haber sido parte
esencial en la vida de ese gran ser humano, condición que supo transmitir a los
suyos.
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