En ocasiones pasa uno revista a las
cosas a que se ha dedicado en la vida, al tiempo que se ha diluido ante
nosotros dedicado a jornadas a tiempo completo, siempre procurando el
bien común, y cuando observamos que en muchas ocasiones los verdugos del
momento son los mismos que construyeron junto a nosotros las quimeras,
las utopías y los sueños que tanto tiempo de nosotros consumieron, se
siente entonces un dejo de frustración como que esas luchas nunca
tuvieron sentido.
Sin embargo, cuando repasamos las experiencias ya vividas y evaluamos con serenidad aquellos años vuelve a sentirse la satisfacción del deber cumplido y comprende el hombre la importancia de aquellos esfuerzos hoy al parecer dispersos y perdidos en la bruma del tiempo, para mí que he pasado casi la totalidad de mi vida inmerso a profundidad en los deportes, en la Cultura , en la Política sin más aspiración que prestar mi concurso a los más puros ideales de superación, me resulta esta experiencia más que gratificante.
Fue en el mundo de los deportes donde lo conocí, fueron los primeros años del movimiento baloncelistico “Acción Nacional” que propuso ensanchar el baloncesto a nivel nacional convirtiéndolo en una representación internacional de la nación Dominicana.
Ya estábamos, Manuel Acosta, Rafael Rincón (Pey), Hipólito Penso, Pedro Pablo Díaz, Reynaldo Novas, Ramón Pinedo, Gilberto Brito, José Napoleón Domínguez, Fey Duquela, José Manuel Suarez Rodríguez, quien esto escribe y otros que la memoria no me permite recordar.
Recuerdo la primera reunión en la que participo, llego a la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) de la mano del Lic. Manuel Acosta, Manuel Acosta fue y sigue siendo un valor extraordinario de nuestro pueblo y estaba propuesto para ocupar la vacante de tesorero, desde que hizo su entrada a la asamblea general de la Federación su cabeza raspada sin pelos reflejo una luz que es propia de los hombres grandes, nobles, Manuel Acosta lo presento diciendo: - Este hombre se llama Federico Lalane José, ex vicerrector administrativo de la UASD, maestro de vieja data del área de contabilidad, contable de profesión, buen amigo y una reserva moral de la patria Dominicana, yo lo propongo para ocupar la vacante de tesorero.
La asamblea general, una reunión polémica, contestataria, integrada por hombres talentosos, brillantes que provenían de las 27 provincias y el Distrito Nacional, que era como estaba conformada la geografía provincial, lo recibió con un aplauso, impresiono tanto el profesor Lalane que fue aceptado a unanimidad.
Sus primeras palabras fueron: - Cuando Manuel Acosta me hablo de este movimiento no tuve idea de que fuera algo como lo que hoy he podido palpar, esto es como un congreso, como una fortaleza inexpugnable de nuestra juventud, esta actividad tiene que ser fortalecida, estamos llamados a prestarle el mejor de los concursos, cuenten conmigo no los defraudare. Y desde ese momento nadie lo supero en entusiasmo, en entrega y nadie fue más dedicado que el a la causa del deporte del Aro y el Balón, fue tesorero, Presidente, y en cada una de sus funciones nos lego lecciones y frases que nos ayudaron a perfeccionar el trabajo por el deporte a nivel nacional, era común oírle decir estas palabras: - “El que maneja cuartos ajenos tiene que rendir cuentas”, o, “El que aplaude los errores de sus amigos, no es su amigo es su cómplice”, “yo no tengo amistad perruna con nadie, mi amistad está basada en principios”, “Solo el trabajo nos hace libres”, con Federico Lalane José el deporte se fortaleció estructuralmente, fue serio, solidario, de una honradez a toda prueba, claro, preciso, hombre de una sola pieza.
Su amistad era como un rio inagotable, sincera, pura, presto para lo noble y hombre sin dobleces, su paso por la dirección del baloncesto fue altamente positivo, ya había estado en el deporte del Softbol donde fue un excelente atleta.
Cuando el viernes 26 el periódico Listín Diario público su foto con un titular “Se gradúa de Lic. En Derecho Federico Lalane José” yo también sentí que me graduaba con él, es uno de los hombres que admiro porque su amistad redundo para mí en beneficios espirituales que han ayudado mi formación como hombre, tardo mucho en verlo porque me he radicado en la Provincia de Barahona donde espero que alguna vez cuando me toque, cuando la pelona me visite me entierren, Federico Lalane es de los beneficios que me dio el deporte donde conocí muchas estrellas, muchos hombres vitales para el desarrollo de esta patria como el caso de mi amigo ido también a destiempo Roque Napoleón Muñoz.
Cuando me entere de la graduación de Federico inmediatamente le llame y su esfuerzo por volver a los estudios no es más que la reiteración de su compromiso con la patria de una patria por la que el muchas veces puso su vida en peligro y nunca ha pedido nada a cambio,
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