La iglesia es mala, porque malos periodistas así lo dicen



El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, frente a las críticas de malas acciones de sacerdotes, reacciona como cualquier madre apoyadora y ciega ante la realidad de las malas acciones de sus hijos.
 

¡Ellos, no son malos, es la mala lengua de esos vecinos, que por hacer maldad  hablan mal de esos angelitos!, igual hace el cardenal cuando busca los culpables en los periodistas y comunicadores que destacan los males.

En momentos en que nuestra iglesia se ve sacudida por las acciones aberrantes de sus ministros, en vez de contribuir a que esos males sean corregidos, la emprende contra quienes critican una mala acción.

Y no solo reacciones airado, de forma irracional, si no que sita momentos de la historia cristiana donde algunos hechos ocurrieron porque así estaba escrito y destinado a ocurrir.

La traición de Judas, una acción profetizada, la negación de amistad hacia Jesús de Pedro que lo negó tres veces antes de cantar el gallo, cosas escritas, profetizadas que debían suceder porque así estaba establecido.

Hasta ahora yo había creído que esas reacciones irracionales, solo se daban en personas de poca formación académica y religiosa, pero sorpresa hasta nuestro cardenal es irracional y ciego a parte de apoyador.

Antes me preocupaba cuando un político o funcionario publico la emprendía contra los periodistas que destacaban malas acciones en sus comportamientos, pero veo que es la reacción de la irracionalidad. Los periodistas somos culpables de las cosas malas que cometen  “ILUSTRES PERSONALIDADES PUBLICAS”.



Si porque ahora son pagados los periodistas y comunicadores que andan criticando las malas acciones de sacerdotes sinvergüenza, entendía que solo el avestruz escondía la cabeza ante la realidad del momento, pero descubro que hasta el ilustre Nicolás de Jesús  López Rodríguez, apela a esa irracionalidad.


Lo correcto y moral en este caso es reconocer que hay sacerdotes que no pueden seguir siendo pastores de almas, que por el buen nombre de la iglesia  ser separados y entregados a la justicia para que juzgue sus actos, lo que seria mas saludable para todos.

POR: ALEJANDRO SANTANA

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