La desfachatez grosera de Amparo Chantada
POR RAMON A. LOPEZ Y
En el día de hoy salió publicado un artículo, mejor sería decir pasquín, firmado nada más y nada menos que por la doctora Amparo Chantada, una inmigrante francesa que actualmente milita en el Foro Social Alternativo, y aunque en una entrevista que le hiciera el periodista Amaurys Florenzán dijo que no pertenecía a ningún partido político, en ese artículo se subió la falda y enseñó el refajo.
En un periódico de circulación nacional publicó lo que ella pretende hacernos pasar como un análisis técnico de la situación del que peyorativamente llama el “sur profundo”.
En su articulejo “El sur profundo abandonado y burlado” la Chantada comienza diciendo que “sus habitantes son pobres, les falta de todo, se mueren de hambre, de enfermedades, son de los más vulnerables”. Comienzo típico de una novela simplona, o de uno de esos cuentos de las Mil y una Noches.
Como narrativa novelezca, o como panfleto, estaría bien si no fuera porque quiere darle a su “análisis” un matiz “científico” ofreciendo datos, pero datos totalmente alejados de la verdad, datos que a simple vista ofenden la capacidad cognitiva del dominicano.
Decir, por ejemplo, que en la región Enriquillo se da una mortalidad infantil del 56% por nacidos vivos, y que la mortalidad materna oscila de un 26 hasta 36% en embarazadas adolescentes, es sencillamente una desfachatez grosera de la francesa.
¿Usted se imagina que de cada 100 niños que nacen en esta región, se estén muriendo 56? Que de cada 100 embarazadas, se estén muriendo 36? No ombe, vamos a respetarnos! ni siquiera en medio de una pandemia que nos esté llegando de las profundidades del abismo, eso ocurriría.
En “El sur profundo abandonado y burlado” de Amparo Chantada se falta adrede a la verdad científica, sabiendo que se está mintiendo y pensando que los dominicanos somos tarados.
La Chantada debe saber, si no lo conoce, que en el área de la Salud no se habla de tanto por ciento (%), sino de tanto por mil (‰) y que, por ejemplo, ese 56% de mortalidad infantil que ella dice que se da en su “sur profundo” equivale a 5.6 ‰, y aún así, la información sigue siendo exagerada.
Esos datos debió sacarlos la Chantada de su mente calurienta y antigobiernista, o antipeledeísta, y no le importó arriesgar su condición académica y profesional con tal de decir al final de su errático artículo que “en el lago Enriquillo no sólo las tierras se anegaron; el PLD también”.
Ese era su objetivo, aunque para ello estuviera forzada a retorcer la realidad social y económica del sur dominicano.
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