Una predicadora evangélica de San Cristóbal reiteró que gran parte de República Dominicana será devastada en el 2012 por un gran terremoto de 12 grados en la escala Richter, que provocará un maremoto y destruirá zonas de la Capital y de las regiones Este, Sureste, Sur y Norte.
La predicción la hizo la joven Maricela Lorenzo, de la iglesia Cristo Liberta, que pastorea José Jiménez, del Ministerio Evangelístico Pentecostal, de San Cristóbal.
Según la predicadora, luego de un ayuno de 15 días, tuvo una revelación de Dios sobre la devastación que sufrirá República Dominicana, por lo que hizo un llamado de alerta, que tituló "Más que un 911, más que un socorro".
El alerta lo dirigió, además del pueblo dominicano, al Gobierno, las Fuerzas Armadas, la Marina de Guerra, la Policía, la Cruz Roja, la Defensa Civil y a todas las instituciones de socorro.
Según expuso en su predicación, Dios le mostró dos rocas grandes que están preparadas para chocar una con otra y provocar un terremoto, "terremoto que Dios habló a mi vida y dijo que morirían millones, porque está airado por el pecado".
"El terremoto viene de 12 puntos", dijo que le manifestó Dios en la revelación, y que será más fuerte que el de Haití y de otras naciones que han sufrido sismos y otros desastres naturales.
Basada en esas revelaciones, Lorenzo hizo su llamado de alerta a todo el país y las instituciones de socorro.
"Inmediatamente ocurra el terremoto, el mar se meterá devastando todo el Sureste y Sur de la Isla.Dios me mostraba que la parte alta de la Capital era destruída, Boca Chica, Higüey, Cotuí, Santiago, Maquiteria, Villa Duarte, Farolito, la parte turística de Bávaro, Barahona y Ocoa. Hay zonas que serán más devastadas que otras", proclamó la predicadora.
La profecía es difundida a través de varios portales por la Internet en voz de la joven evangélica, que lo hace en español e interpretada al inglés por el también evangelista Toni Pimentel.
Manifestó en el púlpito que tiene otro mensaje para el Gobierno dominicano, pero se lo hará llegar de manera personal a las Fuerzas Armadas, ante la previsión del peligro de una nueva invasión, que no precisó cómo se haría ni por qué.
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