Gobierno RD y ex presidente Clinton en escándalo Haití
El gobierno de la República Dominicana y el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton se encuentran en la mira de las críticas internacionales, tras la ola de escándalos generados con el cuestionado manejo de los fondos para la reconstrucción de Haití, país que quedó destruido por el terremoto de 7.3 grados en la escala Richter, ocurrido el 12 de enero del 2010.
Según el periódico francés Le Monde, en Haití se investiga en qué se han usado 220 millones de euros provenientes de donaciones internacionales para la reconstrucción y reparación de la devastación dejada por la mayor catástrofe natural ocurrida en la historia de la región.
El dinero se habría entregado mediante el método “grado a grado” y no por concurso, como lo establecen las leyes, con lo que fueron favorecidas empresas, dentro de ellas varias pertenecientes a un alto funcionario dominicano, que aportaron dinero a la candidatura del actual presidente haitiano Michel Martelly.
En el escándalo de corrupción que toca la parte dominicana, investigado por una comisión del senado haitiano “bailan” varias compañías constructoras, propiedad del senador Félix Bautista, quien a su vez es secretario de organización del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y hombre de extrema confianza del presidente Leonel Fernández.
El potentado senador, que pasó de ser un simple sastre a una figura multimillonaria e intocable por la actual administración, ha admitido la participación de sus empresas en las acciones irregulares de un país como Haití, donde tras cumplirse el segundo aniversario del temblor, poco más de la mitad de los $4,600 millones prometidos por la comunidad internacional para su restablecimiento, han sido invertidos en la vecina nación sin resultados fehacientes.
Al legislador dominicano “no se le apretó el pecho” y admitió que los concursos ganados por sus firmas son para la reconstrucción del Palacio del Congreso Nacional, la avenida Dessaline y un proyecto de viviendas para desamparados.
Pese al rosario de acusaciones que se ha vertido contra el secretario de organización del PLD y senador por la provincia San Juan de la Maguana, Félix Bautista, éste es visto como “intocable”, virtud que muchos atribuyen a la estrecha relación que lo une con el Presidente de la República, Leonel Fernández Reyna.
Por encima de la ley
Bautista también ha incurrido en violentar la Constitución de la República Dominicana, la cual indica en su artículo cuatro que: el Poder Legislativo es parte esencial del gobierno de la Nación, sus encargados son responsables y no pueden delegar atribuciones, las cuales son únicamente las determinadas por la Carta Magna y las leyes.
El legislador se coloca en una línea difusa y podría estar violando el mandato constitucional, en su numeral 3, del artículo 77, el cual establece que: “los cargos de senador y diputado son incompatibles con otra función o empleo público, salvo la labor docente”; pero, se justificó diciendo: “Mi empresa privada participó y ganó… y ojalá que me den Haití entero para reconstruirlo”.
El senador ha salido ileso en las acusaciones de malversación de 50 millones de pesos en desmedro del Estado, a través de la carretera San Juan-Valle Juelo; la “desaparición” de los 130 millones de dólares del acuerdo con la empresa Sund Land y la sobreevaluación de los parqueos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Pero, lo más grave, lo que hace a cualquier mortal morderse los labios y dar con los puños a la pared es la implicación en todo eso de la figura del ex presidente estadounidense Bill Clinton, enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para la nación y copresidente de la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití (CIRH).
Pese a que Clinton habla de “hacer las cosas bien por primera vez" y que en muchos casos no está “tratando de reconstruir nada” y aun cuando ha sido condecorado por Martelly con la “Orden Nacional Honor y Mérito” en el grado de “Gran Cruz”, muchos lo ven como un oportunista que se está valiendo del dolor del miserable pueblo para promover su figura, a la vez que se presta a complicidad(directa o indirectamente) de actos de corrupción que la comunidad internacional no aprueba.
En un artículo titulado "Las mentiras de Clinton" , de el ex presidente cubano Fidel Castro, califica también de "maniobra de engaño" la reunión que la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití (CIRH), celebrada en Santo Domingo, capital dominicana, y en la que a su juicio y en de todos los que han sentido como propia la pena del pueblo haitiano: "no se resolvió absolutamente nada" .
Definitivamente, tras esa reunión Bill Clinton reconoció que sólo se han entregado 897 millones de dólares de los más de 5.700 prometidos para Haití en el período 2010-2011, para la reconstrucción del país. Pero, "los 897 millones de que se habla no se ven por ninguna parte".
/Fuente: Dominicanos HOY/
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