El gobernador del estado estadounidense de Misuri, Jay Nixon, declaró el estado de emergencia y ordenó un toque de queda en la localidad de Ferguson, donde se han repetido serios disturbios después de que la semana pasada la policía matara al joven Michael Brown.
Según explicó el gobernador Nixon, el toque de queda entrará en vigor a media noche y estará vigente hasta las cinco de la mañana.
Nixon explicó la medida porque si bien numerosos ciudadanos han optado por manifestarse pacíficamente, no puede permitir que un grupo de saqueadores pongan en peligro la comunidad.
"Nuestro deber primero es mantener la paz. Esto es una prueba. Los ojos del mundo nos están observando", dijo Nixon. "No podemos permitir que la enfermedad de unos pocos mine la buena voluntad de la mayoría".
El gobernador Nixon anunció que el Departamento de Justicia está reforzando la investigación del tiroteo en que murió Brown.
El capitán de la Policía de Carreteras de Misuri Ron Johnson, encargado por el gobernador de la seguridad en Ferguson, dijo que 40 agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) estaban recopilando información del incidente puerta a puerta.
La decisión de imponer un toque de queda llegó después de los disturbios del viernes por la noche, que siguieron a la publicación por parte de la policía de un vídeo de una cámara de seguridad de un robo en una tienda que la policía dice perpetró Brown poco antes de morir baleado por un policía.
La familia dijo estar "más allá de la indignación" después de que se publicara el video en el que presuntamente Brown robaba unos paquetes de cigarrillos.
Se quejaron de que la policía estaba intentando justificar una ejecución.
La del jueves, después de que el gobernador encargara de la seguridad a la policía de carreteras, había sido la primera noche de calma.
Desde el sábado se habían repetido los enfrentamientos entre manifestantes y agentes fuertemente armados con equipamiento antidisturbios y militar.
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