POR
ALEJANDRO SANTANA
Los
dominicanos tenemos la magia de dañar al final lo que comenzamos bien, y Boca
de Cachón es el ejemplo más palpable de esa cultura del daño.
Ese poblado
que durante toda su vida o a partir de las crecidas del lago Enriquillo, comenzó
a inundarse, poniendo en peligro las vidas de los que allí habitaban, por su situación
quedó dentro de la promesa de ¡hacer lo que nunca se había hecho!.
El
Presidente de la República visitó el lugar, vio la situación de los lugareños,
se comprometió y ordenó que se hiciera un nuevo Boca de Cachón.
Se construyó
en tiempo records, como periodista fui de los que tuvo el privilegio de ir al
lugar junto a una comitiva de colegas de Barahona, invitados por el Ministro Gonzalo
Castillo.
¡Oh, cuánta belleza,
que modernidad, fue la reacción que manifestamos todos al unisonó, como hechizados al ver que prometía ser un poblado modernísimo,
como realmente lo es.
Todo
dispuesto, como en un cuento de hadas, casas construidas con criterios
modernos, aéreas verdes, oficinas, escuelas, centros médicos , mercado, parques
de recreación, instancia infantil, local para la defensa civil, cuerpo de
bomberos, destacamento de policía y hasta su propio acueducto y bancos.
No había que
dar muchas vueltas para destacar lo que allí vimos, fue tanta la emoción que
hasta dos colegas de reconocida militancia perredeista, se declararon
reeleccionista si Danilo lo decidiera.
Desde lo más
alto de Boca de Cachón, difundimos la noticia
sobre el ¡paraíso que estábamos viendo!, nos encontrábamos entonces en
lo que prometía ser el proyecto ganadero más moderno de la zona.
Al regreso,
no cabíamos de alegría dentro de
nosotros por haber sido testigo del paraíso que prometía ser el poblado de Boca
de Cachón.
Debo
confesar que hasta envidiamos a sus posibles habitantes, pero que decepcionados
estamos en la actualidad cuando se ha descubierto que todo en el lugar no anda
bien.
Que al final
la irresponsabilidad, la viveza de algunos, la irracionalidad y hasta las
ambiciones se han puesto de manifiesto y Boca de Cachón no ha logrado ser lo
que prometía y como nos informaron que seria.
Hoy las
quejas ruedan, las inconformidades, las vivezas de los que se fueron para
siempre del antiguo poblado, el incumplimiento de las autoridades y hasta el
repudio al Mayor General Rafael Emilio de Luna Pichirilo responsable de la construcción y que se había convertido
en el padre de todos, querido, apreciado y hasta venerado por muchos, hoy es
repudiado del lugar.
Hoy se pide
que una nueva comisión acuda al lugar
para las cosas comiencen a organizarse, pues ya no confían en los que han
estado acudiendo a buscar una solución que
está lejos de llegar.
No cabe
dudas que Boca de Cachón es una de las obras más cumbre del Presidente Danilo
Medina, más esta que nació de la sensibilidad de un hombre convertido en
mandatario que aún conserva sus cualidades humanas, que no se ha endiosado, por
lo que entiendo el debe ir en persona sin la premura de sus funciones a corregir
lo que está mal en ese poblado.
En ocasiones
no basta con dar órdenes, con impartir instrucciones, a veces es necesario
aplicar el sabio consejo campesino de que “!solo el ojo del amo engorda el
caballo!.
Y debe ser
de ese modo porque los escándalos que se están dando en el lugar son como
para que nuestro Presidente se empodere del asunto y acuda a corregir lo que no
anda del todo bien.
Boca de
Cachón fue lo que se hizo bien en los primeros meses de gobierno de Danilo, no
lo dañemos al final, que ese poblado siga
siendo el modelo no solo en su construcción, sino también en su distribución y funcionamiento,. Señor Presidente.
siendo el modelo no solo en su construcción, sino también en su distribución y funcionamiento,. Señor Presidente.
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