Raúl Castro acompañado por el primer vice José Rámon Machado.
Es la primera vez en 50 años de Revolución. Lo anunció Raúl Castro. Dijo que será un proceso paulatino y “significativo”. El presidente admitió además la gravedad de la corrupción que azota a la isla y denunció la pasividad de los funcionarios.El presidente cubano Raúl Castro anunció ayer que se eliminará una de las prohibiciones más cuestionadas a nivel local e internacional: la de entrar y salir libremente del país. Es la primera vez en 50 años de Revolución que cae ese sensible tema en un avance aperturista ligado con el difícil presente que soporta la isla comunista. El jefe de Estado, cuyo programa de reformas había estado significativamente paralizado pero que parece ahora haber tomado nuevo vuelo, advirtió que la anhelada reforma migratoria no será abrupta sino que se dará en forma “paulatina” y la calificó de “significativa” para el futuro del país caribeño.
Castro admitió en el mensaje la gravedad de la corrupción en Cuba, denunció que ese problema está haciendo tambalear a la Revolución y a las reformas en marcha y lo definió como una cuestión “contrarrevolucionaria”.
“Reafirmo la invariable voluntad de introducir paulatinamente los cambios requeridos en esta compleja temática (migratoria), sin dejar de valorar en toda su integridad los efectos favorables y desfavorables de cada paso que demos”, afirmó ante el segundo plenario anual de la Asamblea Nacional.
El jefe de Estado recordó que ya había anticipado el tema en agosto pasado. “Abordé públicamente el tema y expuse que nos encontrábamos trabajando para instrumentar la actualización de la política migratoria vigente”, recordó. Y agregó: “Hoy ratifico todos y cada uno de los planteamientos realizados en aquella oportunidad al tiempo que reafirmo la invariable voluntad de introducir paulatinamente los cambios requeridos”.
La cautela del mensaje develaba la fuerte interna que existe en la isla entre los sectores conservadores y antiaperturistas que incluyen al primer vicepresidente José Ramón Machado Ventura y a los más proclives a un cambio obligado por la arrasadora crisis económica que asfixia a la isla, entre los que figuran los hermanos Raúl y Fidel Castro.
Ni el gobierno ni la prensa cubana, controlada por el Estado, precisaron los alcances que tendrá la reforma. Actualmente, el modelo que ha regido en la isla dispone que el viajero reciba un permiso por 30 días y lo pueda renovar 10 veces, si tiene autorización para salir del país. Si vence el permiso y esa persona sigue en el exterior, se lo declara “desertor” y pasa a ser “emigrante definitivo”, lo que significa que pierde sus bienes así como la posibilidad de retorno.
Según trascendió, el nuevo proyecto oficial extiende la autorización de permanencia en el exterior a un período de 11 meses a dos años, renovables. Eso sin que el viajero pierda sus bienes y tenga siempre la posibilidad de retorno.
La eliminación del permiso de salida es una vieja demanda de la población, la Iglesia Católica, intelectuales y artistas partidarios de la Revolución, como los cantautores Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. La prohibición de viaje ocasionó en las últimas décadas graves conflictos políticos con EE.UU., el país donde reside la mayor comunidad de exiliados cubanos y dramas sociales en Cuba como la ola de “balseros” en 1994 o el éxodo masivo del puerto de Mariel en 1980. Por eso se espera que esta flexibilización ayude a mejorar la relación con Washington .
Antes de este anuncio, Castro advirtió a los miembros del Comité Central del PC sobre la creciente corrupción y la necesidad de resolver “las negligencias e irresponsabilidades que dañan la economía nacional, como consecuencia de la pasividad con que actúan algunos dirigentes y la falta de funcionamiento integral de las organizaciones partidistas”.
El mandatario resaltó que “no se pueden admitir las debilidades que propician la labor de los delincuentes y corruptos , quienes se aprovechan de ellas”. “Hay que pasar de las palabras a los hechos”, dijo frente a los representantes populares, y puntualizó que hay funcionarios “con doble moral y simulación que medran a costa de las necesidades del pueblo”. “La batalla contra el delito y la corrupción no admite más contemplaciones”, finalizó. En forma paralela, el gobierno cubano informó a través de un comunicado que indultará a unos 2.900 presos comunes, aunque no se descarta asimismo que se incluya a “algunos” detenidos por delitos ligados a razones políticas
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