Los blogs, han permitido hacer verdad los rumores e incrementar los puntos de vista personal
A raíz de la crisis financiera que afecta a casi todo el planeta, muchos tenemos una posición personal frente a los banqueros, los fondos de inversión, el sistema financiero, etc. En algunos periodistas jóvenes he observado cómo esa posición se filtra a lo que informan de manera casi inconsciente: con calificativos, ángulos amañados y un discurso en el que de antemano se les declara culpables.
Puede ser una consecuencia de internet y la proliferación de blogs, donde el punto de vista personal es lo esencial y el rumor muchas veces se toma como un hecho.
Otro ejemplo puede ser lo que ocurre con el cambio climático (al que considero uno de los temas fundamentales del mundo actual). En algunas ocasiones los periodistas nos convertimos en correas de transmisión de lo que dicen las ONGs, sin ninguna elaboración e investigación, cuando lo lógico es utilizar ese material como una fuente más dentro de muchas otras.
(Lo contrario también ocurre: los medios que, a pesar de la abrumadora evidencia científica, tienen una soterrada o abierta agenda anti cambio climático).
Sé de qué hablo: a principios de los '90 trabajé en el primer periódico colombiano que decidió tratar como fuente aparte los temas de derechos humanos y procesos de paz, sacándolos de las páginas de crónica roja.
Varios periodistas nos lanzamos con fervor al cubrimiento (y defensa) de esos temas, considerando que le hacíamos un bien al país. Tejimos un periodismo apasionado y vibrante (ganamos varios premios nacionales e internacionales), pero en no pocas ocasiones cruzamos la frontera con la militancia.
Periodistas
Personalmente crucé ese línea varias veces, llegando incluso a formar parte (a nombre del diario) en comisiones que no tenían nada que ver con el periodismo. Una de ellas para investigar un crimen que había empantanado un proceso de paz.
Ahora, tras casi 25 años de experiencia y meteduras de pata, creo que es posible hacer un periodismo apasionado (es difícil no apasionarse cuando se cubre algún hecho en el que hay víctimas inocentes) e imaginativo (en el mundo digital es clave ofrecer ángulos y tratamientos distintos), pero imparcial.
Reflejar los diferentes puntos de vista, darle voz a todos los involucrados debe ser una de las reglas esenciales del periodismo. Y creo que la audiencia aprecia más eso que la defensa (abierta o subterránea) de un punto de vista.
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