- 15 octubre 2014
Los científicos realizaron la secuencia del genoma completo de la mosca y aseguran que sus hallazgos deberían ayudar a descubrir nuevas curas para enfermedades humanas.
Este antihigiénico insecto de 6 milímetros de largo es portador de 100 enfermedades, incluyendo una que causa la ceguera.
Al comparar su ADN con el de la mosca que ronda las frutas, la Drosophila Melanogaster, los investigadores que llevaron a cabo el estudio, de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, determinaron cuáles son los genes que hacen que la mosca sea inmune a los elementos patógenos que alberga.
El estudio de la publicación científica Genome Biology también permite entender cómo la mosca puede disolver residuos, como las heces.
Jeff Scott, uno de los miembros del equipo que realizó la investigación, explica que la información obtenida puede ayudar en el manejo de los desechos humanos y en la disminución de los efectos que puede tener su degradación en el medioambiente.
Sucia vida
Las moscas son ideales para esparcir gérmenes y enfermedades.
Están en contacto constante con cadáveres de animales, basura y otros restos sépticos que tienen bacterias, virus y otros elementos asquerosos como las lombrices.
A las moscas les gustan muchos los alimentos que disfrutamos los seres humanos, y como son tan buenas para evitar que las capturemos, tienen múltiples oportunidades para posarse sobre nuestra comida (y sobre nosotros).
Se cree que la razón por la cual tienen tantos gérmenes patógenos es porque se alimentan, con frecuencia, de materia líquida o semilíquida, como las heces.
Su consumo regular de comida implica que necesitan evacuar grandes cantidades de excrementos, junto a cualquier otro elemento que pueda causar enfermedades, cuando se posan en alguna superficie por más de unos pocos segundos.
Pero a diferencia de lo que ocurre con nosotros, el estilo de vida poco higiénico de las moscas, no les causa ninguna enfermedad.
ADN único
Scott y su equipo querían saber por qué estos insectos sobreviven sin ningún problema en medio de la suciedad para determinar si esa característica puede utilizarse para el beneficio de la raza humana.
Fue así como establecieron el genoma de seis moscas hembras, creando una secuencia con una longitud de 691 megabits (unidad de medida que equivale a 106 bits, que es un dígito del sistema de numeración binario).
Posteriormente, lo compararon con el de la mosca de fruta, que tiene 123 megabits de largo.
De esta manera pudieron descubrir los trozos de ADN que únicamente poseen las moscas para poder analizarlos en detalle.
La mosca tenía más variedad y cantidad de genes inmunes que la Drosophila, lo que probablemente la protege de los numerosos agentes patógenos que alberga.
Beneficios comparativos
Según otros científicos, el análisis del genoma de la mosca, particularmente cuando se le compara con el de insectos similares, puede ser de gran utilidad para comprender la naturaleza de estos animales, pese a que siempre se piense en ellas como una molestia.
"Transmiten muchas bacterias y contribuyen significativamente a la propagación de enfermedades en comunidades con pocos recursos y un sistema sanitario limitado", dice David Conway, profesor de la Escuela de Medicina Tropical e Higiene de Londres, en Reino Unido.
"Pero las moscas -añade- causan males importantes que han sido olvidados. Sin embargo, podremos entenderlos mejor que en la medida en la que logremos comparar los genomas de las diferentes variedades que hay de estos insectos".
Conway espera que este estudio sirva de incentivo para la realización de investigaciones similares.
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