Más de medio millón de jóvenes dominicanos sin formación ni trabajo
“No es de extrañar que ante la disfuncionalidad entre el sistema educativo y el mercado de trabajo uno de cada dos jóvenes no logre culminar la educación secundaria y uno de cada cuatro ni estudia ni trabaja”, expresó.Caraballo indicó que el hecho de que solo el 7% de estos jóvenes haya llegado a la educación superior supone un problema estructural para que encuentren empleo, debido a que sus capacidades son reducidas y el mercado laboral mantiene su tendencia a demandar mano de obra más preparada.
“Estos jóvenes más bien son sin-sin, porque son sin oportunidades y sin competencias”, manifestó.
Este cambio de término (de nini a sin-sin) supone una nueva forma de enfocar el problema de los jóvenes que será abordada durante el congreso. Supone también un cambio de responsable, según las explicaciones de Caraballo.
“No es menor, no es un juego de palabras. Si hablamos de nini les atribuimos la responsabilidad a los jóvenes: ellos son los que no estudian, ellos son los que no trabajan. Mientras, si hablamos de sin-sin, las oportunidades las tiene que garantizar el sistema y las competencias las tiene que garantizar el sistema”.
Dijo que aunque es muy reducida la proporción de estos jóvenes que ha llegado a la educación universitaria, el 90% de ellos están alfabetizados, de modo que tienen la base para continuar estudiando pero “las oportunidades no están dadas”.
El drama de esta población se asocia al aumento de los actos delictivos en el país. Caraballo citó que según expertos consultados por Educa los hechos delictivos se han mantenido en incremento entre los últimos tres años, destacándose los robos o delitos contra la propiedad privada.
A esto se suma la gran proporción de jóvenes que están trabajando en el sector informal, que suman más de 580,000 en todo el país.
En el acto en que ofreció las informaciones participó también Franklin Báez Brugal, vicepresidente de Educa, quien destacó la falta de correspondencia entre las demandas del mercado laboral y los productos que están formando las universidades.
“No es de extrañar que ante la disfuncionalidad entre el sistema educativo y el mercado de trabajo uno de cada dos jóvenes no logre culminar la educación secundaria y uno de cada cuatro ni estudia ni trabaja”, expresó.
Agregó que aunque los jóvenes en general están alcanzando mayor nivel educativo que sus padres, “ven más incierto su futuro”.
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