POR
ALEJANDRO SANTANA
He escuchado
reiteradamente esa expresión que frente a apetitos desmedidos usan los
dominicanos, cuando alguien lo quiere todo para él, sin importarles las
necesidades del otro.
La expresión
empleada en el ámbito de la crisis en que estuvo envuelto el Partido de la
Liberación Dominicana, por la posición cerrada del ex Presidente de la
República y Presidente de esa organización política, tiene sus realidades.
Leonel
Fernández, exigió mucho para aceptar que el Presidente Danilo Medina buscará un
segundo mandato, constitucional a través de la repostulación.
Leyendo a César
Medina, el periodista, embajador, hombre muy bien informado, nos damos cuenta
de las apetencias del ex mandatario, tres veces presidente del país.
Aceptaba la
reelección, si se reelegía en el cargo a todos los congresistas adeptos a sus
ambiciones, que se aceptara de ante mano que su esposa la vice presidenta,
siguiera como vice o candidata de nuevo.
Que se
aumentara el numero de la membrecía del CP y el CC, pero con adeptos a él , una
jugada maestra aunque maquiavélica si se quiere.
Leonel Fernández
quería ser el presidente de la República por un nuevo periodo electoral, desoyendo las encuestas que dan
como favorito al actual Presidente de la República.
Quería
imponerse por encima de la popularidad y el anhelo del pueblo en reelegir al
actual inquilino del palacio Nacional.
Pero no sólo
eso, quería imponer a sus seguidores en las provincias aunque estos fueran
impopulares, robándoles a muchos ciudadanos pre candidatos, la oportunidad de
ser los nuevos síndicos, diputados o senadores.
No logrando
del todo sus apetencias, cambia radicalmente el contenido de su discurso a la
Nación y retira una propuesta suya como solución.
Aunque
muchos ven ese retiro de propuesta sobre la Constituyente como una derrota, yo
la veo como una salida política de un hombre que quiérase o no tiene la
inteligencia y habilidad para salirse de abajo, y así lo hizo.
Claro se vio
forzado, cuando vio que muchos de los Senadores que entendía estaban con él,
votaron en su contra apoyando el proyecto de reforma Constitucional que había en
el congreso.
Muchos
llamarán a esos disidentes, como traidores al ex Presidente, pero no es así,
son miembros de un partido,y de organismos internos que amerita que quienes pertenezcan
al él tengan criterios propios y así lo demostraron votando en su contra.
Ahora, cuál
es la tarea: Dice César Medina, que unificar abajo, es decir entre la
militancia, pero ahí no habrá problemas debido a que los dominicanos, los que
militan en las organizaciones políticas en las bases son políticos coherentes y
serios.
Coherentes y
serios hasta la irracionalidad, primero muertos muchos de ellos que traicionar
las directrices de sus partidos, lo han sido los perredistas y lo están
demostrando los del PLD.
Lo bueno de
todo lo dicho por César Medina, es que no ha habido acuerdo de reelegir, pura y
simplemente a los seguidores del ex Presiente Fernández, que están en los
ayuntamientos y en el Congreso de la República y que votaron en su contra.
Se harán evaluaciones
y en esas provincias donde la popularidad de algunos de ellos está por encima
de los aspirantes, entonces serán tomadas en cuenta los resultados de sondeos.
Es una
salida magistral en las negociaciones de los reeleccionistas, pues hay
provincias en donde precandidatos cuentan con los numeritos que los colocan en
el gusto del electorado.
Quiere
decirse con esto que hasta esas instancias aún no hay negociaciones
definitivas, y esos pre candidatos deben seguir
haciendo su trabajo.
En cuanto a
la unidad del PLD, no solo a los peledeístas les conviene, también al pueblo igual
que conviene la unidad de toda la oposición
política del país, pues con partidos unidos, la democracia impera por el
bien del pueblo.
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