"Asesinato, agresiones, amenazas, procesos legales... el primer semestre de 2015 ha sido terrible para los periodistas en República Dominicana", indicó RSF en un comunicado, en el que criticó que ese país caribeño tiende hacia "una fuerte concentración de los medios de comunicación".
Según esa organización por la libertad de prensa con sede en París, los periodistas que cubren en República Dominicana "temas delicados" como "la corrupción o el narcotráfico se exponen, entre otros peligros, a violentas represalias y a amenazas de funcionarios o de los cárteles".
Fue el caso del director de prensa de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Blas Olivo, que el pasado 13 de abril apareció muerto a 80 kilómetros al norte de Santo Domingo sin que la investigación haya dado aún frutos.
Además, desde inicios de 2015, RSF ha registrado dos agresiones a periodistas cometidas por las fuerzas del orden y del ejército de ese país mientras los reporteros realizaban su trabajo.
Se trata de los casos del periodista Fausto García y del camarógrafo Eduard González, ambos agredidos en coberturas "molestas" para el poder.
A ello se suman las "campañas de odio", amenazas y censura de las que han sido objeto periodistas como Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora, Amelia Deschamps, Roberto Cavada o Salvador Holguín, que sitúan la inseguridad laboral y la autocensura entre las grandes trabas para un trabajo periodístico de calidad en ese país caribeño.
"Reporteros sin Fronteras expresa su gran preocupación por la multiplicación de los ataques a la prensa y condena toda forma de violencia con la que se busca censurar la información o castigar a periodistas que sólo buscan ejercer su oficio", agregó RSF, que pidió a las autoridades que pongan "especial énfasis en la lucha contra la impunidad".
República Dominicana se encuentra en el lugar 63 de los 180 países registrados en la clasificación anual de libertad de prensa que elabora Reporteros sin Fronteras. EFE
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