Puerto Plata (R Dominicana) 21 jul (EFE).- El obispo emérito de
San Francisco de Macorís, monseñor Jesús María de Jesús Moya, pidió a
las organizaciones y organismos internacionales que en vez de
desacreditar a la República Dominicana “con mentiras y denuncias
infundadas” sobre la crisis migratoria, ayuden a aliviar el vecino país
caribeño
En declaraciones a los medios, al asistir a la celebración del décimo aniversario de la consagración de monseñor Julio César Corniell Amaro, como obispo de Puerto Plata, dijo que el país “está bien claro” con el tema haitiano y que ha sido muy solidario con Haití y su gente.
En ese contexto, manifestó que las mentiras y las calumnias que se expresan en contra del país no se justifican.
Para de Jesús Moya, la República Dominicana es un país pobre y no puede mantener, ni mucho menos asumir los múltiples problemas que agobian “al hermano pueblo haitiano”.
“Nuestra República está bien clara con el tema haitiano, ya que el pueblo dominicano y hasta la Iglesia de este país, somos demasiados solidarios con Haití”, insistió.
El religioso expresó que los dominicanos y la Iglesia quieren mucho a los haitianos y hasta le dan le dan la Pastoral.
El prelado católico estimó que es hora de que las organizaciones y organismos internacionales “dejen de hablar mentiras y de calumniar al país con denuncias falsas”.
Asimismo, definió como “tremendas falacias”, las constantes denuncias de organizaciones no gubernamentales y entidades internacionales de que en el país se maltrata y se discrimina a los inmigrantes haitianos.
Subrayó que tanto el Estado como el pueblo dominicano han sido muy solidarios con Haití y sus habitantes.
A su vez, recordó que cuando ocurrió el terremoto el 12 de enero del 2010 que asoló parte de la capital de Puerto Príncipe y otras ciudades de Haití, el gobierno dominicano, fue el primero de todos los del hemisferio que acudió en auxilio del vecino país.
En declaraciones a los medios, al asistir a la celebración del décimo aniversario de la consagración de monseñor Julio César Corniell Amaro, como obispo de Puerto Plata, dijo que el país “está bien claro” con el tema haitiano y que ha sido muy solidario con Haití y su gente.
En ese contexto, manifestó que las mentiras y las calumnias que se expresan en contra del país no se justifican.
Para de Jesús Moya, la República Dominicana es un país pobre y no puede mantener, ni mucho menos asumir los múltiples problemas que agobian “al hermano pueblo haitiano”.
“Nuestra República está bien clara con el tema haitiano, ya que el pueblo dominicano y hasta la Iglesia de este país, somos demasiados solidarios con Haití”, insistió.
El religioso expresó que los dominicanos y la Iglesia quieren mucho a los haitianos y hasta le dan le dan la Pastoral.
El prelado católico estimó que es hora de que las organizaciones y organismos internacionales “dejen de hablar mentiras y de calumniar al país con denuncias falsas”.
Asimismo, definió como “tremendas falacias”, las constantes denuncias de organizaciones no gubernamentales y entidades internacionales de que en el país se maltrata y se discrimina a los inmigrantes haitianos.
Subrayó que tanto el Estado como el pueblo dominicano han sido muy solidarios con Haití y sus habitantes.
A su vez, recordó que cuando ocurrió el terremoto el 12 de enero del 2010 que asoló parte de la capital de Puerto Príncipe y otras ciudades de Haití, el gobierno dominicano, fue el primero de todos los del hemisferio que acudió en auxilio del vecino país.
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