Washington, 24 mar (EFE).- Un tratamiento no
quirúrgico que achica la próstata proporciona alivio de largo plazo para
una condición que afecta a muchos hombres con síntomas molestos, dijo
hoy el médico portugués Joao Martins Pisco.
Pisco, director de radiología en el Hospital San
Luis de Lisboa, presentó su estudio basado en los casos de 500 hombres
ante la Reunión Científica Anual de la Sociedad de Intervención
Radiológica en San Diego, California (EE.UU.).
A medida que el hombre envejece la glándula
próstata crece lentamente y puede presionar la uretra haciendo más lento
y reducido el flujo de orina. Este agrandamiento de la próstata hace
más frecuente la necesidad de orinar, particularmente durante la noche.
Según Martins Pisco el 72 % de los hombres
tratados experimentaron un alivio de los síntomas dentro de los tres
años después del procedimiento llamado embolización de arteria de
próstata, que requiere una invasión mínima y se realiza guiado por
imágenes.
"Los resultados de la embolización son similares a
los de la cirugía pero con menos complicaciones", señaló el médico.
"Los pacientes son dados de alta de tres a seis horas después del
procedimiento y la mayoría de los individuos a quienes tratamos notan
una mejoría casi inmediata".
Los síntomas del agrandamiento de la próstata
pueden tener impactos negativos significativos en la calidad de la vida
en una condición que afecta a más de la mitad de los hombres mayores de
60 años de edad.
El tratamiento estándar para la llamada
hiperplasia benigna de próstata es la cirugía la cual requiere anestesia
general y puede causar complicaciones como la incontinencia, la
disfunción sexual, la impotencia y la eyaculación retrógrada, por la
cual el semen entra en la vejiga.
La embolia de arteria, en cambio, puede realizarse
bajo anestesia local e involucra la obstrucción temporal del flujo de
sangre a las arterias que alimentan la próstata, explicó Pisco Martins.
"Nuestro estudio confirmó que la embolia de
arteria de próstata no causó disfunción sexual y preserva la
fertilidad", añadió el especialista, quien sostuvo que este es el
estudio más extenso de su tipo.
"De hecho 148 pacientes, el 31,6 % del total
tratado, informaron de una mejoría de la función sexual", continuó Pisco
Martins añadiendo que "encontramos que cuanto más grande era la
próstata y más graves los síntomas, mejores eran los resultados de la
embolia".
Para este procedimiento un radiólogo de
intervención hace una pequeña incisión en la ingle e introduce un
catéter en la arteria prostática. Por ese tubo pequeño se introducen
cuentas microscópicas que obstruyen temporalmente el flujo de sangre y
esto causa que la próstata se encoja.
James Spies, presidente electo de la Sociedad de
Intervención Radiológica, comentó que los resultados obtenidos en
pruebas del método con hombres en Estados Unidos son "muy prometedores".
"El procedimiento requiere una instrucción
rigurosa y un conocimiento detallado de la anatomía de la próstata y los
vasos que la rodean", continuó. EFE
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