POR
ALEJANDRO SANTANA
Cuando existían los acuerdos de palabras y estas
al ser empeñadas se respetaban, se podía
confiar ciegamente en la seriedad de las personas.
Di mi
palabra y primero muerto que dejarla caer, eran las expresiones que se
escuchaban, entre amigos y compadres.
Hoy es otra
cosa, el radicalismo exhibo por algunos políticos no es tal, son fanfarronerías
para presionar y conseguir lo que apetecen, sin importar que el país se hunda.
Escuchamos
en reiteradas ocasiones al Presidente Medina decir que no buscaría una segunda re
postulación, igual lo oímos del ex
presidente Leonel Fernández, pero terminaron buscando otra oportunidad de seguir
en el mando.
Que
cualquier ciudadano tenga sus aspiraciones, es hasta comprensible, pero que le
haga creer al pueblo que es honesto y firme en sus posiciones y planteamientos
eso es otra cosa.
En mi país,
la palabra del político no vale nada, ser deshonesto en sus posiciones hasta es
aplaudida y aupada por sus seguidores, cuando les conviene.
Todos llegan
al poder con la intención de cumplir un
período de gobierno y ya, pero cuando le toman el gustico al carguito, pues sus
palabras se van a pique y todo sigue igual.
Siguen
siendo personas serias, coherentes, aunque lo que menos les importe es
desarrollar el país y cumplir con promesas de campaña.
Danilo
Medina, Leonel Fernández, Hipólito Mejía son los últimos protagonistas de la
palabra empeñada, pero no cumplida, pero tienen defensores que hasta
justifican sus cambios de posición y de
carácter.
Analizar,
cuestionar esas posturas, sería perder el tiempo y hasta entrar en dimes y
diretes con sus seguidores que siempre tendrán argumentos para defenderlos y
justificarlos.
Me voy a centrar
en muchos pele deístas que venían haciendo el trabajo para presentarse ante el
electorado como los candidatos a cargos congresuales y municipales, pero un acuerdo entre amigos, les priva de toda esperanza.
El acuerdo reeleccionista
le cierra la puerta a muchos, pues la reelección en la actualidad será a todos
los niveles, no sólo a la presidencia, también a lo congresual y municipal.
¡!Ustedes
aspirantes, se aguantan, tenemos otras prioridades, entre nosotros, deseamos
seguir aunque para lograrlo tengamos que
cerrar el país!!.
Y esos políticos
de pueblo, de varias provincias que estuvieron trabajando para lograr ser los
candidatos a cargos electivos, qué les diremos.
A esos que invirtieron
dinero en sus aspiraciones como pre que
le diremos, qué haremos con ellos, los nombraremos en posiciones que de hecho
ya estaban comprometidas con otros compañeros.
Bueno así se
hará y no pasará nada porque los que
propiciaron esos acuerdos reeleccionistas seguirán creyéndose personas serias,
honestas.
No creo ofender a nadie en particular pues
desde muy pequeño siempre he escuchado que la palabra empeñada, los compromisos
asumidos aunque no hayan sido delante de un notario deben ser asumidos.
Pero que
siga la fiesta, mientras las aspiraciones de los ciudadanos de cambiar de caras
en el congreso, en los ayuntamientos se quedaran truncadas.
Ojala que
esta nueva reelección no sea un mal parto que
los dolores superen a los
beneficios esperados por un pueblo que
merece mejor suerte, mientras, hablemos de reelección, compañeros y ustedes
traten de ser serios que en nosotros ese concepto no tiene ningún valor.
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