POR
ALEJANDRO SANTANA
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El coco es una fruta tropical obtenida
del cocotero (Cocos nucifera), la palmera más
cultivada a nivel mundial. Tiene una cáscara exterior gruesa (exocarpio)
y un mesocarpio fibroso y otra interior dura,
vellosa y marrón (endocarpio) que tiene adherida la pulpa (endospermo),
que es blanca y aromática. Mide de 20 a 30 cm y llega a pesar 2,5 kg.
El principal producto exportado desde las distintas
zonas de cultivo es la copra sin procesar, seguida del coco desecado. En ciertos
países europeos, encuentra su mejor salida el coco fresco; el protagonista
indiscutible de ferias y verbenas y de común uso en múltiples preparaciones de repostería artesanal e industrial.
El mercado más interesante tanto en Asia como en Europa y Norteamérica es
el del agua de coco envasada; de gran aceptación
y mayor demanda cada año.
El agua de coco
no debe ser confundida con la leche de coco,
ya que la leche de coco se obtiene exprimiendo la pulpa y el agua de coco se
encuentra naturalmente en su cavidad interior.
El nombre coco proviene de la era de los descubrimientos, pues a los
exploradores portugueses que lo trajeron a Europa su
superficie marrón y peluda les recordaba a las historias sobre el Coco que
se les cuenta en España y Portugal a los niños pequeños para asustarles.
El coco en nuestra historia gastronómica
Lo de Barahona
donde todo lo resolvemos con coco es la historia contada por un norteamericano
que hizo amistades con una familia dominicana que emigró en los años 60 a esa
urbe.
Un buen día empiezan a conversar sobre
cocinas y comidas, el gringo en su español masticado le narra sobre la comida
rápida de su ciudad, les habla de bebidas gaseosas, en fin les cuenta las
maravillas y variedades de comidas
dispuestas para ellos.
La familia dominicana le hace saber que
en su país existía una mata que producía un producto al que le
llamaban coco, despertando en él la curiosidad porque hasta el momento solo había
escuchado hablar de personas que estaban mal del coco.
Fueron tantas las maravillas que le
contaron los dominicanos al gringo del coco de las comidas con coco del agua
del coco del postre fabricado a partir del coco y de un secreto que tenían los
dominicanos para aliviar las descomposiciones estomacales.
Fueron tantas las veces que este amigo
escuchó hablar del coco de las comidas hechas
a partir de ese fruto que se interesó en nuestra gastronomía al extremo
que les pidió que cuando vinieran para
su país que lo invitarán para el conocer de primera mano las maravillas del
coco.
Llegado el momento el gringo mochila
al hombro emprende su viaje de aventura acompañando a
la familia dominicana que venía de vacaciones a su país, llega el momento de la
comida con coco.
Ese día el amigo gringo no sale de la
cocina viendo el proceso en la preparación del coco para cocinar no sin antes
presencial en el patio de la casa una mata de cocos de donde tumbaron el
producto para el maravilloso.
Ese día en la casa se cocina pescado con
cocos, moro de Gandules con coco, el agua para tomar es de cocos y se sintió
feliz porque el postre que degustó fue a
base de coco hecho también en su presencia.
El gringo feliz de la vida hablando
maravillas del arte de cocinar con cocos hasta que llegó la noche y comenzó a
sentir los efectos de haber abusado del consumo de los productos fabricados a
partir del coco.
Como es natural se alarma por los
fuertes dolores de barriga que sentía y como no sabía qué hacer llamo a sus
amigos para ponerlos al corriente de sus problemas intestinales.
Se levanta la doña de la casa la que había
preparado todo a base de cocos y le hecha en una cuchara una especie de aceite
que se lo hacen tomar y al cabo de pocos minutos cuando sale del sanitario de
la casa, pregunta que le habían dado que había resultado una maravilla pues ya
se sentía súper bien y tenia deseos de volver a comer algo pues le había dado
hambre.
Su maravilla fue mayor cuando le dijeron
que le habían dado aceite de coco que era excelente para la indigestión, indicándole
a seguidas que ese mismo aceite extraído de la masa del coco era excelente para
proteger la piel en un día de playa.
Cuando regresa a su país el gringo
maravillado comienza a hablar maravillas del arte culinario de los dominicanos,
diciéndole a sus amigos que aquí en Barahona éramos tan especiales que todo lo resolvíamos
con coco que se comía con coco que se bebía agua de cocos, que se disfrutaba de
un rico postre de cocos y que si por si acaso todo te caía mal pues tenían una
formula maravillosa que no fallaba a la que los dominicanos le decían aceite de
cocos, agregando que ese producto era tan maravilloso que servía para proteger
la piel durante un día de playa.
Nuestro coco es maravilloso, si tiene
alguna dudas pregunte a cualquier gringo que se haya casado con una dominicana
de nuestros campos donde se cocina con cocos, se bebe agua de cocos, se
disfruta un rico postre de cocos y hasta
curamos las indigestiones con aceite de cocos.
Pero mayor fue su sorpresa cuando preguntó por un miembro de la familia de sus amigos dominicanos que se mantenía aislado de los demás y la respuesta que recibió fue que estaba enfermo del coco
Pero mayor fue su sorpresa cuando preguntó por un miembro de la familia de sus amigos dominicanos que se mantenía aislado de los demás y la respuesta que recibió fue que estaba enfermo del coco
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