Editorial del Expresodelsur que dirige Ramón López Ynoa


 
 
 
Las informaciones periodísticas del día de hoy dan cuenta de la renuncia de los principales directivos y de personal de apoyo de la Central Regional de Emergencias, Urgencias y Desastres de Barahona (CRUED). Se aduce la falta de pago por los servicios prestados del personal que labora en la entidad de Salud Pública.
 Según las informaciones el director, el doctor Juan Ricardo Vilomar Piña y el administrador Henry Olivero, se ausentaron de sus labores, porque no han recibido el pago por las labores que realizan desde agosto del 2012 y que es posible que otros empleados sigan el ejemplo de ellos, porque ya no aguantan más la situación  por la que atraviesan.
Un ex funcionario de la Regional IV de Salud atribuye la crisis actual de la Central de Ambulancias a que "eso nació mal, inició mal y se siguió manejando mal".
Ahora se sabe que la Central Regional de Emergencias, Urgencias y Desastres de Barahona (CRUED) Se hizo sin el conocimiento pleno de la dirección regional de Salud Pública y que no se aclaró bien lo del presupuesto operativo ni las fuentes externas que debían apoyar con la logística para el funcionamiento de las ambulancias.
Pero aún así hay que buscarle una solución a la situación y alguna autoridad del Ministerio de Salud Pública debería enderezar el entuerto con el que nació la entidad de servicios de ambulancias y hacer viable su sostenimiento económico.
No es posible que por razones administrativas los barahoneros, y no sólo los barahoneros, sino todos los de la región Enriquillo,  nos quedemos sin esos servicios tal y como fue diseñada la institución y que volvamos a la condición anterior de no tener, siquiera,  una ambulancia en que trasladar nuestros enfermos a la ciudad capital.
Urge, pues, una pronta respuesta de las autoridades por el bien colectivo de la región.

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