El personaje del domingo: Luis Eduardo Delmonte.


POR ÁGUEDA RAMÍREZ DE RODRÍGUEZ





Devoto de la Virgen de la Altagracia, cada 21 de enero sacrificaba reses cuya carne, junto a la leche que producía su ganado y víveres, se los repartía a los menesterosos.

Nacido en la ciudad de Santo Domingo el 29 de marzo de 1870, fueron sus padres Don Juan bautista Zafra y Doña Josefa del Monte, siendo educado bajo la rectoría de Francisco Xavier Billini y llegó a esta ciudad de Barahona a la edad de 21 años, cuando su tío el Licdo.  Joaquín Delmonte era Procurador Fiscal aquí.

Munícipe ejemplar, Don Luis E. Delmonte regaló a Barahona obras y otros objetos de gran valor, tales como: el primer carro de riego de agua para amainar la polvareda y refrescar las calles de la ciudad, la glorieta y los bancos del parque central, el primer puente sobre el río Birán, gran parte del costo de la construcción del viejo templo católico situado en la calle Jaime Mota, el reloj público de cuatro esferas situado en la torre del Ayuntamiento Municipal, entre otros aportes.

Durante el matrimonio con Doña Rosa Ramona Moreta procreó a Josefa y a Luisa. Hijos suyos de otras uniones fueron: Fernando, Altagracia, Celeste, Guaroa, Enriquillo, Mireya,  y los mellizos Caonabo y Celia.

Las actividades  económicas de Don Luis se iniciaron cuando adquirió su primera finca, la cual denominó “El Propio Esfuerzo”, llegando a ser dueño de las mejores fincas modelo del país desde principios del siglo XX hasta los años 50. Como productor del cafeto representó don Luis a la República Dominicana en Congresos Internacionales en Europa, donde dio a conocer el café de Barahona como el mejor del mundo.

Otra actividad a la cual se dedicó fue el comercio, con una tienda denominada “El Muñeco”, situada en la calle Jaime Mota esquina Padre Billini, la cual funcionó hasta finales de los años 20. En 1904, acuñó una moneda de circulación interna en su finca con denominaciones de 20, 25, 40 y 50 centavos.

Debido a sus logros como administrador eficiente de un producto de difícil  cultivo como lo es el café, así como por su interés por el desarrollo de Barahona y de la región, en 1943 fue designado Vicepresidente de la Junta Consultiva del Banco de Reservas de la República Dominicana y en 1944 Vocal del Consejo de Directores del mismo banco.

Como patrono supo dar el mejor trato a todos sus trabajadores, siendo su lema con relación al trabajo: “El trabajo todo lo vence. Más que un medio de hacer riqueza, el trabajo es un medio de hacer dignidad”.

Entre los homenajes de que fue objeto Don Luis E. Delmonte podemos citar los siguientes: en vida, Medalla de Honor de Agricultura, condecoración otorgádale por el presidente Trujillo en reconocimiento a sus méritos como agricultor. También en reconocimiento a sus méritos, en 1932 el Consejo Edilicio local lo declaró “Hijo Benemérito de la Ciudad de Barahona”.

El 10 de octubre de 1952,  a la edad de 82 años, falleció de forma repentina Don Luis E. Delmonte en su finca situada en la loma denominada El Fundo. Para la ocasión, el Consejo Edilicio local declaró mediante resolución  ese día de duelo en su homenaje. Velado en su residencia de la calle Jaime Mota esquina Presidente Trujillo -hoy 30 de mayo- fue sepultado el mismo día, utilizando para ello el carro fúnebre regalado por él al Ayuntamiento Municipal.

Homenajes póstumos han sido otorgados a Don Luis E. Delmonte, tales como: Diploma al Mérito Cafetalero “Como reconocimiento a su meritoria labor y como estímulo a su apostolado cafetalero” por la Federación Cafetalera Centroamérica-México-El Caribe, el 31 de agosto del 1953; mediante resolución del cabildo local, una de nuestras principales calles fue designada con su nombre; un busto esculpido en su honor situado en la parte norte –calle Jaime Mota- del parque central de esta ciudad.
 
Fuente. Ecos del Sur.-

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