Si querían sacarlo del escenario político lo lograron



POR ALEJANDRO SANTANA




Su partido el PRM lo condenó primero, luego  en el Departamento Judicial de Barahona lo hicieron al imponerle tres meses de medida coercitiva por una acusación que toda la comunidad de la Ciénaga niega.

Amado Cuevas, (Mikin), precandidato a sindico por el PRM por la comunidad de la Ciénaga, dueño de dos negocios que las autoridades judiciales de Barahona califican como centro de prostitución donde se permitía la presencia de menores, ha sido sacado del juego político.



El PRM, no acogió su inscripción como precandidato a sindico de la Ciénaga -Barahona, la resolución 21 del mes de noviembre lo rechazó como tal, de acuerdo a la presidente de la Comisión  Nacional Organizadora doctora Milagros Ortís Bosch, porque fue apresado por cosas sancionables, fueron las motivaciones.

Antes de que el tribunal le impusiera los tres meses como medida de coerción ya sus compañeros del PRM lo habían sacado del juego, sin darle la oportunidad de la defensa.

Tres meses, tiempo suficiente para que no pueda participar en la convención de su partido y quedara fuera del proceso.

Si las maniobras comenzaron a moverse desde el seno de su  organización, debido a lo que dicen muchos de que era un precandidato con reales condiciones para convertirse en el sindico del lugar, la trama se dio.

Si los orquestadores fueron contrincantes de fuera, también lo han logrado y es penoso porque habría que sospechar que hasta personas del Ministerio Publico  se han prestado a eso de acuerdo a las versiones recogidas entre lugareños que lo defienden con unas y dientes y lo definen como una persona seria, trabajadora y excelente comunitario.

La presencia de los cienigueros en las audiencias aplazadas en más de dos ocasiones así lo demuestran, una solidaridad  debidamente manifestada.  

Las indagatorias de dos periodistas en el lugar  destacaban la solidaridad de todo el pueblo de la Ciénaga, que lo defendía y afirmaban y reafirmaban que las jóvenes menores de edad que se encontraban en el bar La Gozadera, estaban celebrando un cumpleaños y que había la presencia de barones a los cuales no se les detuvo.

Para las autoridades que fueron a la Gozadera, sólo las hembras son prostituidas, porque sólo se les apresó a ellas y en el bar ,no en el hotel que está a cierta distancia de ahí en el centro del pueblo literalmente.

Pero se destacó el hotel como el lugar donde supuestamente estaban recluidas o secuestradas como ellos han informado, por eso las rescataron, cosa que no fue así porque fueron apresadas en el bar durante la celebración de un cumpleaños.

Desgraciadamente los jueces de acuerdo a nuestro orden jurídico no van a los lugares a investigar las veracidades o no de las acusaciones del Ministerio Publico, simplemente las acogen sin ton ni son.

Habría que ir al lugar de los hechos para actuar con honestidad en este caso, porque todo el pueblo de la ciénaga niega los hechos y atribuyen el apresamiento de Amado Cuevas, (Mikin), a mamotreto político que buscaba sacar del escenario a ese precandidato, que su partido no defendió en ningún momento, condenandolo de ante mano rechazando su inscripción como precandidato a sindico de la Ciénaga.

Qué hubiera pasado si nuestro ordenamiento jurídico no le diera a los jueces la condición de sambá, si en vez de receptor  de acusaciones y alegatos tuvieran la potestad de acudir a los lugares a realizar indagatorias, sus dictamen hubieran sido otros y no la condena simple y llana.

Mikin, y la administradora de La Gozadera, están en prisión, así lo han dictaminado los jueces, pero indirectamente también se condena a esas jóvenes menores de edad al calificativo de prostitutas, eso así porque la acusación fue de que mantenía a menores prostituyéndose en su negocio, eso es lo que entiendo.

Las que podían ser calificadas de prostitutas son las jóvenes que proveniente de la ciudad capital ya tenían 6 meses viviendo el el hotel que no está tan cerca del bar.

A las que dice el Ministerio Publico que eran retenidas, y que estaban secuestradas y que ellos las rescataron, jóvenes que se mantenían en las calles en los ríos y playas de la zona y que se comunicaban con sus parientes, testimonio de los lugareños.

Las jóvenes que dice el Ministerio que estaban recluidas en el hotel en contra de su voluntad eran las mismas  jóvenes que ya habían hecho amistad con todos los vecinos del hotel y otros lugares donde pernotaban la mayoría del tiempo.

Para los moradores de la Ciénaga esto es un atropello  de autoridades y enemigos políticos de  Mikin que quisieron sacarlo del juego político y lo han logrado ,pero con el también zambullen en el fango a ocho niñas del lugar, en su mayoría estudiantes que se encontraban en la Gozadera celebrando un cumpleaños, pero los jueces desconocen eso.

Podrán aquietar a un precandidato a sindico, podrán dañar la imagen de un hombre a quien la comunidad de la Ciénaga tiene como un excelente comunitario,un ciudadano trabajador y de grandes potencialidades políticas, pero a partir de ahora no podrán callar las manifestaciones de una comunidad que se lanzará a las calles a protestar contra lo que ellos denominan como un abuso mal sano.

Se que muchos han repetido lo que las autoridades han querido que se diga y lo han dicho, pero han fallado porque el ejercicio del periodismo demanda que se investiguen los hechos para que se edifique con claridad a la sociedad.

Solo dos periodistas fuimos a la Ciénaga a realizar las indagatorias sobre el caso de proxenetismo  de que se acusa a Mikin, Gabriel Reyes y un servidor acudimos allí a investigar y estamos escribiendo con la debida convicción de que contra este precandidato se movieron intereses malsanos que lo han sacado de circulación y lo mantendrán en las rejas hasta tanto ya no tenga el tiempo para hacer su defensa en su instancia partidaria.

Las menores están ahí y tienen la claridad debida para decir en donde realmente se les secuestró y se les violentaron sus derechos, donde se les vejó donde se les humilló y en que lugar verdaderamente se sintieron secuestradas.

Esas son cosas que en nuestro ordenamiento judicial no se hacen los jueces se conforman con imponer sanciones, sin importar si estas son justas o no todo mal que se hace a sabiendas sus daños se devuelven contra quienes lo han propiciado dicen los de la Ciénaga.

El caso de el bar La Gozadera, para los residentes de la Ciénaga, para los abogados defensores, para los periodistas que fuimos al lugar a realizar las investigaciones es la típica manera de sacar del juego político a una persona sin importar que con esa acción se lleven por delante la moral e integridad de ocho jovencitas que su único error fue estar en el lugar equivocado a la hora equivocada.

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