Que nuestros anhelos no se conviertan en nuestro peor dolor de cabeza


POR ALEJANDRO SANTANA,
 
 
 
 
Como provincianos, como residentes de una región que necesita desarrollarse, hemos tenido nuestras inquietudes, reclamos, anhelos, deseos de superación, que se nos hagan las cosas que entendemos nos desarrollaran.

Indiscutiblemente que el parque litoral María Montez, nuestro malecón turístico es de las obras que siempre anhelábamos que se nos hicieran, ya los tenemos, ya aunque sin terminar hemos comenzado a disfrutarlo.

Pero ya comienzan nuestros dolores de cabeza, por la imprudencia de algunos que comienzan a poner en peligro la vida de niños que allí se dan cita, junto a sus padres.

Ya hay la preocupación de usuarios de esa área recreativa, y estas vienen por la imprudencia de algunos jóvenes motorizados que se están dando a la tarea de calibrar, o levantar sus motores sin importar que en el lugar hay una considerable presencia de niños que de ser impactados, fácilmente resultaría  catastrófico, pues si un padre o madre ve que su pequeño es impactado, matarían al autor.

Así de simple, sin ser violentos, porque hay momentos en la vida que es difícil actuar con moderación o sangre fría, y más cuando un accidente es provocado por la imprudencia de alguien que no está en su sano juicio.

La queja en tal sentido sale de un barahonero que conoce las reglas de comportamiento en esos lugares, y lo conoce porque ha vivido en el exterior en donde los lugares de recreación de niños es área sagrada y protegida.

Ese ciudadano, se dirigió a los periodistas de Ecos del Sur para exteriorizar su queja y preocupación  debido a que el pasado domingo cuando eso ocurría, el se canso de buscar a un agente de la policía y no apareció por ningún lado.

Se quejo de que en nuestro país hemos descuartizado a la policía Nacional, creándole cuerpos paralelos que no hacen el trabajo, dígase policía Municipal y policía Turística, que el entiende debían estar en ese lugar de diversión prestos a imponer el orden frente a desaprensivos que  corriendo motores dentro del área ponen en peligro las vidas de los demás.
Hay cosas que nos cuestan mucho sacrificio conseguirla y luego de tenerla les permitimos a desaprensivo cambiar su verdadera esencia de ser.
Sería bueno que  el director regional de la Policía  que los jefes de las policías turística y municipal, instruyan a estos para que los días de fiesta y fines de semana cuando al lugar acuden niños y más personas , que estén prestos para hacer que se respete a quienes allí acuden.
No permitamos que esa área de recreación que tanto sacrificio nos ha costado conseguir, se convierta en un dolor de cabeza, o sea el escenario donde la vida de nuestros niños este en peligro por la imprudencia de unos pocos, corrijámoslo ahora, antes que nos llegue el luto.

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