Fabulas del barrio Palmarito en Barahona



POR ALEJANDRO SANTANA
Desde siempre ha habido fabulas, fabulistas y fabuladores, al parecer ese arte o ligereza en destacar las mentiras ha estado ligado a nuestra sub cultura, a santerías, e ignorancia.
Ha habido fabulas de todo tamaño color y tragedias, hoy nos escandalizamos por la ocurrencia de varias muertes en ese sector  de la ciudad,(accidentes, muertes por enfermedad o de manera raras para los pobladores de allí.
Todo comenzó el pasado 21 de enero cuando muere un joven al regresar de las celebraciones patronales de la comunidad de la Guácara, fallece en un accidente de tránsito, otro resulta con la fractura de un brazo y algunos heridos.



Luego se desencadena la ocurrencia de varias muertes en ese sector y todos atribuyen los hechos a que una vaca que deambulaba por las calles del barrio fue sacrificada y su carne repartida.

Los fabulistas se activaron, regando la especie de que el animal era propiedad de un haitiano, y que este llegó al lugar del sacrificio, recogió la sangre y huesos del animal con la consiguiente amenaza de que ¡todo el que había comido de ella, moriría!.

Cunde, el pánico entre los moradores de Palmarito , ¡es la crónica difundida hasta por periodistas, dimensionada por blogueros y otros usuarios de las redes sociales!.
Para los que nos, han salido canas verdes en el ejercicio del periodismo en la Provincia, resulta hasta gracioso el que se hable de cosas como esta que son más sofisma que nada.

Fabulas ,sofisma porque en esencia no se identifica a ninguna víctima, no se sabe en esencia quien es el dueño del animal sacrificado y dispendiado, pero tampoco se establecen las causas sustentadas en un informe médico dando cuenta de esas muertes.

Recordando hechos  fabulosos difundidos desde los años 60, 70 y 80,La mujer del algodón, el hombre encebao,el perrito pequeño que arrastraba una cadena de barco por las calles, o el caso de un señor que murió con la lecha en la punta en una comunidad agricola.

Han sido narraciones fantasmagóricas que han mantenido ocupados  a ciudadanos, narraciones que se han difundido y que llegaron en su oportunidad a los medios de comunicación.

Pero esclarecidas por esos medios que han investigado llegando a la verdad como debe ser la esencia de un buen ejercicio periodístico.

En los pueblos siempre ha habido historias de esas que ponen los pelos de punta a los creyentes, de hechicerías, santerías y todas esas cosas sobre natural que nadie sabe dar una explicación 
convincente, lo cierto es que las muertes del barrio Palmario, el haitiano con poderes son cosas de la imaginación de fabulistas.

Y lo digo de ese tamaño porque haciendo un recorrido por el lugar no percibí la histeria colectiva ni la sustentación de la fabula del brujo haitiano que mataría al que se había comido una vaca realenga que era de su propiedad.

Pero más aún destacar que llegó al lugar de la ejecución del animal, recogió la sangre y los huesos, bueno hay que ser demasiado creyente, pues la sangre se coagula rápido y los huesos no estaban en el lugar porque la carne fue transportada a los hogares donde supuestamente se la comieron.
Que el autor de la nota sea un periodista, que haya sido copiada y pegada en los medios de otros, que se haya dimensionado en las redes es para destacar que, aún vivimos en Macondo.

Bueno para ser objetivo debo  informar que la vaca realenga fue ejecutada, su carne repartido, pero los que hasta donde se sabe participaron en el hecho andan sanitos, y quienes han muerto ha sido por enfermedad de acuerdo a lo dicho por familiares.

Entendía que en estos tiempos modernos del internet, del dembow y el regueton, hechos como esos no serian materia en los medios de comunicación que no fuera dentro de la categoría de sátiras y fantasmagorías, no de la ignorancia de muchos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario