ANÉCDOTA: Lo que es del agua, el agua se lo lleva


La imagen corresponde a un lechero de Puerto Rico del 1941


POR ALEJANDRO SANTANA

Me contó mi  madre, que  había un lechero, (hombre dedicado a la venta de ese alimento), que siempre tenia grandes ganancias, que gracias a ellas se daba grandes lujos para la época en que vivía.


Ese, lechero era natural de la comunidad de Fundación, que  para ese entonces era una de las grandes productoras de leche, el tomaba el producto a crédito y venia a Barahona a venderlo y hasta  a fiarlo para cobrarlo semanalmente.

Todos los días se desplazaba desde ese lugar  a esta ciudad, montado en un jeep Willy, el transporte de la época, un buen día de cobro con grandes ganancias, se compro una Italia.

Para ese tiempo un sombrero, relativamente muy caro, los hombres que agregaban a su personalidad atuendos se colocaban en la cabeza una Italia, accesorio que daba un toque de distinción.
                                                          
A la hora de regreso a su comunidad y como de costumbre se trepo encima de una plataforma que adicionaban a esos vehículos de transporte en la parte de atrás.

Ahí viajaban “enganchados algunos hombres”, el lechero desde que adquirió su sombrero en una tienda de la ciudad se la coloco para lucirla y llegar a su natal con su nuevo atuendo.

Pero cosas de la vida, al pasar por el puente de Habanero como se conoce, una brisa inusual para la época le vuela el sombrero que fue a parar al cause del rió Jaque del Sur, cuyas corrientes lo arrastraron rió abajo.

El picher o ayudante del vehiculo, que se mantenía al tanto, le  toco fuerte al chofer como señal de que algo raro había pasado y este se parara de inmediato como al fin ocurrió.

Ya detenido el vehiculo, el picher sale corriendo y hasta intento lanzarse al agua del río, pero atino a mirar la calma y tranquilidad del dueño del sombrero y reacciono de esta forma,!tu que eres el dueño del sombrero y no haces nada!.

Con la misma calma con que el lechero miraba alejarse su Italia rió abajo, le contesto a este, ¡que le vamos a ser, si lo dice el refrán, que lo que es del agua ella se lo lleva!, sus grandes ganancias se debían a que agregaba agua a la leche.

Reflexionando sobre esta anécdota, recuerdo los dichos de que lo mal habido así se pierde, lo que se consigue con engaño, así se pierde, dinero fácil, grandes dificultades, igual que caer en nuestras propias trampas.

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