¡Ese gato, se lo comieron los tigueres!





POR ALEJANDRO SANTANA

                                 Se comieron el gato, dijo el brujo


De acuerdo a como lo escuche de labios de nuestro humorista, Bienva Cabeza, me ha parecido digno de contarlo en  un escenario mas extenso.

Resulta que un señor tenia entre sus  cosas preciadas, un gato el cual le resultaba de mucha utilidad. Casi siempre estaba a la vista de este y cuando lo necesitaba sabia donde encontrarlo.


Un buen día, le resulta extraño no ver el gato en el lugar acostumbrado, y por mas que lo busca este no da señales de aparecer.

Indaga con todo el que pudo y el gato nada de aparecer, preocupado por la falta de este, encamino sus pasos hasta el consultorio de un brujo de la zona que tenia fama de descifrar las verdades mas ocultas.

Le cuenta al brujo, de su preocupación y de lo importante que resultaba para el ese gato.

Ya entrando en materia, el jungan le pide al dueño del gato desaparecido la suma de quinientos ochenta y siete pesos con ochenta y siete centavos, un túbano, un litro de ron y un velón  rosado.

Entran al cuartucho donde el “famoso brujo”, tiene su consultorio, este enciende el túbano comienza a llenar de humo todo el entorno, destapa la botella de ron, se da tremendo trago y comienza ha indagar el destino del gato con la luz del velón.


Entrando en trance ,contorsionando su cuerpo y cambiando la fación de su rostro le dice al dueño del gato,!no lo busque que ese gato se lo comieron los tigueres del barrio!

El señor furioso se levanta de la silla donde esta sentado y agarra al brujo por el cuello de la camisa lo zarandea y le dice firmemente, devuélvame mi dinero, farsante que ese gato no se lo podían comer porque era el gato del camión.


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