POR ALEJANDRO SANTANAbarahonahoy@outlook.es
Siempre hemos escuchado la frase, ¡tiene palabra de rey , igual los caprichos y deseos de los dictadores se convierten en ley con solo ellos decidirlo.
En nuestro país, Rafael Leonidas Trujillo Molina, presidente dictador de la republica durante treinta años, fue uno de esos personajes de la historia que imponía su voluntad, caprichos y deseos.
En una ocasión estando en San Cristóbal en una de sus acostumbradas fiestas, rodeados de adeptos, vio a un bailador que cadenciosamente y con pasos majestuosos disfrutaba de un merengue junto a su pareja.
Al ver la gracia con que se desenvolvía, el tirano le dijo a uno de sus colaboradores mas cercano! Que bien baila ese oficial!, como el adepto lo conocía, le respondió al tirano, ni siquiera es militar, jefe.
Bueno, dijo el tirano, yo dije que era un oficial y es del ejercito, mandándolo a llamar en el acto y le hizo la pregunta de rigor, ¿es usted oficial?.
El bailador se quedo perplejo, pero atino a decir no lo soy, jefe, pero cuanto quisiera yo ser de sus oficiales, sin mas rodeo, Trujillo lo designo teniente del ejercito Nacional, juramentándolo en el acto.
Cuando termino de juramentarlo en el rango de oficial, se dirigió a su ayudante con estas palabras, ¡yo dije que era un oficial, y lo es!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario