- 6 agosto 2015
Científicos
en Estados Unidos aseguran haber descubierto por qué los terremotos no
tumban las rocas que se mantienen en equilibrio precario cerca de la
falla de San Andrés.
El estudio concluye que los sismos
pueden detenerse o "saltar" debido a las interacciones entre las fallas
de San Andrés y de la vecina falla de San Jacinto.Los modelos mostraron que estas interacciones generan las vibraciones más fuertes alrededor de las rocas, y dejan a éstas intactas.
La conexión entre ambas fallas tiene implicaciones importantes para la planificación en caso de terremoto.
Jim Brune, profesor emérito de la Universidad de Nevada, en Estados Unidos, y coautor del estudio, inició la investigación en la década de los 90.
"Él se dio cuenta de que (estas rocas) podían servir para verificar mapas de riesgos sísmicos y dar indicaciones a largo plazo de las vibraciones del suelo", explicó Lisa Grant Ludwig, autora principal del estudio de la Universidad de California.
"Son una suerte de sismógrafos naturales, pero tienes que leerlos de forma indirecta".
"No te dicen que hubo un terremoto, te dicen que 'no hubo un terremoto lo suficientemente poderoso como para derribarme'".
Punto de inflexión
Por lo general, no hay rocas en equilibrio en un radio de 15 kilómetros alrededor de las fallas importantes.Pero hace diez años, Brune y sus colegas hallaron dos colecciones de esta clase de piedras a entre 7 y 10 km de las fallas de San Andrés y San Jacinto, en las montañas de San Bernardino en California.
Los autores del nuevo estudio, que se publicará en la revista Seismological Research Letters, midieron y catalogaron estas rocas.
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