Al Procurador Fiscal de la Corte de Apelación de Barahona

POR ALEJANDRO SANTANA

BARAHONA.-Doctor Bolívar Dª Olio, cuidado con su defensa generalizada a los Fiscales de este Distrito Judicial, porque es posible que la sociedad le desmienta, porque no todo es color de rosa en ese Departamento y desde favoritismo, mala práctica hasta corrupción son el pan de cada día  en esa instancia.




A usted Doctor D, Oleo, se le conoce en todos los barrios de la ciudad, a usted la sociedad barahonera lo tiene en sitial preferencial, como hombre honesto, los que tenemos su edad, o algo mas de años y comenzamos a tratarlo desde que llegó a Barahona, sabemos de sus luchas por desarrollarse.

Lo conocimos desde sus años de buhonero, de boxeador, la vinculación  social, deportiva que comenzó a manifestar en el barrio de Villa Estela, donde llegó  por primera vez, un barrio que para muchos, es de los malos, cosa que no es así porque muchos somos de Villa Estela, y la mayoría nos formamos academicamente, no nos dejamos envolver por las malas influencias de pocos porque los malos siempre han sido los menos en los barrios.
Magistrado, en la actualidad en Barahona  se valora el desenvolvimiento del fiscal Ivan Ariel Rubio, sus actuaciones han venido demostrando que es un joven con la disposición de adecentar ese Departamento Judicial que no es bien valorado por la sociedad barahonero.

Ahí muchos ciudadanos han tenido amargas experiencias con fiscales que se prestan a cualquier cosa menos al ejercicio honesto que demanda la justicia y no creo que públicamente deba mencionar los nombres de ellos, pues de seguro hasta  usted han llegado por lo menos los rumores de malas actuaciones.

Pocos ciudadanos  queremos  llagar a un fiscal con algún problema y es por las reiteraciones en que muchos han salido con muy malas experiencias.

Manténgase usted siendo el hombre honesto que hasta hoy ha sido mantenga los contactos cercanos al fiscal Ivan Ariel Rubio que es una joya de fiscal que todos debemos preservar, pero no se queme en sus valoraciones a favor de otros y ponga el oído en el corazón del pueblo que desde ahí le llegarán por lo menos los rumores de la podredumbre judicial de algunos.