Encuestas,confusiones ó ganas de fastidiar con la !J!
POR ALEJANDRO SANTANA
Mis años en el ejercicio periodístico me han enseñado que este oficio debe ser serio, coherente, apegado a la ética y en observancia a las leyes que rigen ese que hacer.
Esto lo expreso, porque de repente existimos, periodistas y comunicadores que nos estamos prestando al juego político de difundir fabulas, confusiones que lo que logran es fastidiar con la J.
Las encuestas son mediciones serias, cuando las hacen firmas de prestigio que a su vez son dirigidas por profesionales que se respetan y para avalarlas difunden, fechas de realizaciones, número de encuestados, porcentajes resultantes y hasta el componente de errores que siempre dependerá del número de encuestados.
No obstante estas pueden tener fallos debido a que una encuesta es la radiografía del momento político que se vive y mañana puede cambiar.
Las firmas encuestadoras serias cuando son contratadas por partidos, por instituciones o medios de comunicación y hasta por políticos de manera individual, deben entregar los resultados tal como se manifestaron.
Sabemos que se realizan encuestas para usos privados, es decir se mide el momento político de alguien, de un partido y hasta en que grado de popularidad está generalmente no se difunden y si alguien tiene acceso a esos datos y los difunde sin permiso es una violación, que puede ser llevada a los tribunales
En nuestro país donde muchos nos creemos que somos potenciales candidatos a lo que nos apetite, difundimos mentiras hablamos de porcentajes que sólo en nuestras mentes están, difundimos fabulas.
Que eso lo haga un político es hasta entendible sabiendo que el grado de honestidad de un político a otro es abismal y que el grado de aceptación que muchos tienen en la población está ligado a su manera de conducirse.
Pero que periodistas y comunicadores difundamos números y resultados de encuestadoras cuyo nombre no damos de manera pública como muestra fehaciente de la verdad es como una burla a los amigos oyentes y lectores de nuestros medios y programas.
El periodismo, la comunicación deben ser instrumentos serios, coherentes, apegados a la ética, porque en la medida en que sigamos jugando al jueguito de las fabulas en esa misma medida nos vamos desacreditando y perderemos el respeto de nuestros seguidores.
Ojala que esto sea visto como un consejo de amigo, no una manera de enjuiciamiento ni de envidia, rencor o manera de fastidiar lanzando a la cara del otro sus errores.
Debo decir que en esta etapa de la comunicación he tenido muchos encontronazos, con quienes han asumido esta carrera,como entretenimiento, como jovi o manera de aportar a la sociedad sus conocimientos, porque he hecho criticas públicas al mal ejercicio de el mejor oficio del mundo.
Es como andar recetando medicamentos a pacientes con dolencia sin yo ser médico, ofrecer asesoría en materia de derecho sin ser abogado, en fin involucrarme en cosas que no son de mi conocimiento.
Ahí es donde he tenido inconvenientes con amigos, y no los he criticado porque estén metidos a comunicadores, por el contrario los admiro y debo decir públicamente que muchos tienen más capacidad que egresados de la carrera desde una universidad.
Mis problemas, amarguras y criticas ha estado en el mal uso que por desconocimiento de la ética,por las reglas a observar, se violen alegremente y difundir fabulas,que tiendan a crear confusiones en quienes no siguen.
Hay quienes me han catalogado de amargado de no aceptar el avance del tiempo, de estar en contra del modernismo y no es así quienes así me han catalogado están equivocados, porque por el hecho de tener un medio digital y seguir en el ejercicio luego de 45 años de inicio dice que me he estado renovando y ajustando a los nuevos tiempos.
Debo decir que desde los gremios periodísticos en los años 80, empezamos a trabajar la necesidad de que se hiciera un cambio en el ejercicio y en la manera en que los dueños de los medios manejaban las informaciones.
Para esos años los grandes medios no tenían compromisos con muchas comunidades porque en materia de publicidad no aportaban nada y por ende las informaciones de esos pueblos no eran difundidas y si se las difundían las relegaban a un rincón en que sólo los mas curiosos la leían.
Fui de los actores principales de ese cambio en el ejercicio, de revolucionar el periodismo y hoy por hoy con satisfacción debo decir que el ejercicio de muchos ha salvado el aislamiento en que en materia de difusión de sus problemas tenían muchas comunidades entre ella mi Provincia Barahona.
No soy un amargado no me siento desplazado, por el contrario estoy feliz de compartir con personas valiosas un ejercicio que se ha dinamizado con la incursión de ellos , que invierten en la modernización del oficio y que soy parte de esos cambio.
Pero debo ser claro y honesto al decir públicamente que siempre estaré en contra de el chantaje, las mentiras, las fabulas el mal manejo y de los que se dejen utilizar por políticos en la difusión de lo que a ellos les interese, el periodismo es contribución positiva, no desinformación.
El periodismo es voz de quienes no están en capacidad de llegar a los medios a difundir sus dificultades, es voz de los oprimidos, de los excluidos socialmente, de los que sufren por las carencias, ese fue el periodismo en el cual me formé y quienes lo entiendan así serán mis amigos y aliados.
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