POR ALEJANDRO SANTANA
Necesariamente
no hay que identificar, cual glorieta, pues está claro que es la del
parque central de Barahona, la más querida, reivindicada, añorada, e
hipócritamente defendida hasta con irracionalidad.
Recientemente, decía ese gran comunicador, Elphis Pérez, que no entendía el accionar de ciertos grupos de su natal, ya que han sido reiterativos en las protestas.
Refiere que siempre le causo preocupación que se tuviera que protestar para que las cosas se hagan en Barahona, refiriendo a seguidas que nuestro liceo Federico Henríquez y Carvajal, costo protestas.
Tuvimos que protestar para conseguir que se nos hiciera, pusimos los muertos y los heridos, fueron jornadas arduas de protestas.
La pavimentación de algunas de nuestras calles, también se consiguieron a base de protestas, heridos y apresados, la histórica lucha por el medio millón para la Universidad Autónoma, también nos costó muertos, heridos, apresados y golpeados.
Es decir que la historia ha culturizado nuestra manera de conseguir las cosas convirtiéndose esa practica en la preocupación de muchos, pues casi siempre el pueblo aunque ganancioso en las demandas es quien pone los muertos, los heridos y apresados.
Hoy como manifestación de lo enquistado que esta en nuestra psiquis, conciencia y cultura, estamos protestando porque se quiere construir una nueva glorieta en el parque central.
Para la construcción de otra aunque con las mismas características arquitectónicas y materiales adaptadas a la época, y también estamos protestando.
Pero en sus reflexiones, pregunta, quienes, protestan, son fáciles de identificar, dice.-El mismo grupo de siempre, los opuestos a todo que lo que no sea de su autoría.
Parece que la cultura de la protesta y la oposición esta tan arraigada en algunos grupos que protesta hasta por lo que no tienen razón.
En su reflexión, añade, siempre hemos protestado para conseguir las cosas, pero ahora estamos protestando porque un Ministerio esta invirtiendo recursos para parques, una nueva glorieta y nos ponemos brutos.
Recientemente, decía ese gran comunicador, Elphis Pérez, que no entendía el accionar de ciertos grupos de su natal, ya que han sido reiterativos en las protestas.
Refiere que siempre le causo preocupación que se tuviera que protestar para que las cosas se hagan en Barahona, refiriendo a seguidas que nuestro liceo Federico Henríquez y Carvajal, costo protestas.
Tuvimos que protestar para conseguir que se nos hiciera, pusimos los muertos y los heridos, fueron jornadas arduas de protestas.
La pavimentación de algunas de nuestras calles, también se consiguieron a base de protestas, heridos y apresados, la histórica lucha por el medio millón para la Universidad Autónoma, también nos costó muertos, heridos, apresados y golpeados.
Es decir que la historia ha culturizado nuestra manera de conseguir las cosas convirtiéndose esa practica en la preocupación de muchos, pues casi siempre el pueblo aunque ganancioso en las demandas es quien pone los muertos, los heridos y apresados.
Hoy como manifestación de lo enquistado que esta en nuestra psiquis, conciencia y cultura, estamos protestando porque se quiere construir una nueva glorieta en el parque central.
Para la construcción de otra aunque con las mismas características arquitectónicas y materiales adaptadas a la época, y también estamos protestando.
Pero en sus reflexiones, pregunta, quienes, protestan, son fáciles de identificar, dice.-El mismo grupo de siempre, los opuestos a todo que lo que no sea de su autoría.
Parece que la cultura de la protesta y la oposición esta tan arraigada en algunos grupos que protesta hasta por lo que no tienen razón.
En su reflexión, añade, siempre hemos protestado para conseguir las cosas, pero ahora estamos protestando porque un Ministerio esta invirtiendo recursos para parques, una nueva glorieta y nos ponemos brutos.
A quien o a quienes, beneficiara que se construya una nueva glorieta
con la misma replica y mejor y adecuada tecnología, indiscutiblemente
que a todos.
Pero estamos protestando, apelando a sentimentalismo a lo cupido, y añoranzas sin entrar en razones de la realidad que nos indica que todo tiene su tiempo de utilidad y vida útil.
No he querido hablar públicamente de la sustitución o no de nuestra glorieta, esperando los resultados de los estudios que especialistas hacen y en el conocimiento de que la ley señala que la ultima palabra la tendrá la sala capitular de nuestra Alcaldía, en sesión publica con la participación de entendidos en la materia.
Aunque reconoce que la responsabilidad histórica de quienes conforman el consejo edilicio estará en juego a la hora de esa audiencia publica, porque se trata de libar a los barahoneros del peligro eminente que representa esa glorieta debido a sus años y la mala calidad de los materiales que se usaron en su construcción.
Pero estamos protestando, apelando a sentimentalismo a lo cupido, y añoranzas sin entrar en razones de la realidad que nos indica que todo tiene su tiempo de utilidad y vida útil.
No he querido hablar públicamente de la sustitución o no de nuestra glorieta, esperando los resultados de los estudios que especialistas hacen y en el conocimiento de que la ley señala que la ultima palabra la tendrá la sala capitular de nuestra Alcaldía, en sesión publica con la participación de entendidos en la materia.
Aunque reconoce que la responsabilidad histórica de quienes conforman el consejo edilicio estará en juego a la hora de esa audiencia publica, porque se trata de libar a los barahoneros del peligro eminente que representa esa glorieta debido a sus años y la mala calidad de los materiales que se usaron en su construcción.
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