¿Cómo sería vivir con autismo? Es la pregunta que podríamos hacer el 2 de abril día en que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró esta fecha como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.
El autismo científicamente se define como un síndrome de origen orgánico que produce una disfunción cerebral que afecta
de manera importante la comunicación verbal y no verbal, la interacción social, y la imaginación.
Muchos desconocen que figuras de la historia destacadas por su alto grado de inteligencia, padecían esta condición.
El desarrollo intelectual no se limita porque según Michael Fitzgerald, psiquiatra irlandés del Trinity Collage de Dublín, Albert Einstein, Isaac Newton, Mozart, Beethoven, Inmanuel Kant y Hans Christian Andersen sufrieron de autismo a lo largo de su vida.
La palabra autismo viene del griego auto-, de autós, 'propio, uno mismo'. Fue utilizada por primera vez por el psiquiatra suizo Eugene Bleuler en un tomo del American Journal of Insanity, en 1912, y que hoy muchos llaman enfermedad del genio.
Las estadísticas dicen que de 4 a 5 de cada 10,000 nacidos vivos pueden padecer un Autismo clásico y según las investigaciones, las causas de esta condición pueden ser varias: genéticas, factores ambientales como virus, infecciones, entre otras.
En la República Dominicana hay instituciones las cuales se dedican a luchar en contra el síndrome, entre ellas se destaca el trabajo que viene haciendo la Primera Dama Cándida Montilla de Medina, que cada año realiza conferencias y actividades en búsqueda de orientar a la población sobre el tema.
El aporte más reciente del Despacho de la primera dama, ha sido la inauguración del Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID), donde se maneja este síndrome.
La primera dama llamó a la población a vestir de azul este día para solidarizarse con los afectados.
Otras instituciones dedicadas al Autismo en el país son: Fundación dominicana de niños con autismo
Y la Fundación “Manos Unidas por Autismo”
Aquí algunos de las características del síndrome:
· Lenguaje nulo, limitado o lo tenía y dejó de hablar.
· Ecolalia, repite lo mismo o lo que oye (frases o palabras).
· Parece sordo, no se inmuta con los sonidos.
· Obsesión por los objetos, por ejemplo, le gusta traer en la mano un montón de lápices o cepillos sin razón alguna.
· No tiene interés por los juguetes o no los usa adecuadamente.
· Apila los objetos o tiende a ponerlos en línea.
· No ve a los ojos, evita cualquier contacto visual.
· No juega ni socializa con los demás niños.
· No responde a su nombre.
· Muestra total desinterés por su entorno, no está pendiente.
· No obedece ni sigue instrucciones.
· Pide las cosas tomando la mano de alguien y dirigiéndola a lo que desea.
· Evita el contacto físico. No le gusta que lo toquen o carguen.
· Aleteo de manos (como si intentara volar) en forma rítmica y constante.
· Gira o se mece sobre sí mismo.
Esta lista se da como referencia pero será necesaria el diagnóstico del neurólogo así como la valoración del psicólogo.
Autor: BIANKA JAVIER
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