POR ALEJANDRO SANTA
Nuestros policías y guardias,
entendían que fueron formados, para decir, “si señor”, y aceptar sin
discutir todas las ordenes sin importar
que tan irracionales fueran y que debían cumplirse para evitar ser sancionados
.
Gracias a Dios, ya eso es cosa
del pasado, ya nuestros policías y guardias, no serán manipulados, y amenazados
sin que ellos reclamen sus derechos como personas.
Me atrevo a decir eso porque por muchos
años vi como desde las oficinas de los capitanes, se les exigía dinero para poder optar por un traslado, tenían que pagar altas
sumas, semanales para ser jefes de puestos en lugares donde se sentían a gusto.
Llegue a enterarme como en la Dirección
Regional de esta 21 compañía, en una ocasión
en que vino a la ciudad una comisión a pagar unos incentivos, los que
recibían en el despacho del incumbente se lo arrebataban.
Ocurría cuando salían de ese despacho y tomaban las escaleras para
bajar, tenían que dejar el cheque recibido y no se atrevían a protestar porque
eran trancados o podían ser separados de las filas.
Pero no sólo aquí, en la misma jefatura existió un jefe policial, que se dedicaba a
rifar motores, los que colocaba en la explanada frontal de la institución, con
el aviso de rifa.
A cada miembro le descontaba cien
pesos, es decir se descontaba el pago del boleto y se hacía a nivel nacional,
pero pasaba el tiempo y el motor nadie se lo sacaba.
Esa situación se mantuvo por
cierto tiempo hasta que periodistas del Nuevo Diario, se atrevieron a realizar la
denuncia públicamente, sobre ese tipo de atropello.
Es decir que desde la fundación
de nuestra policía y ejército, se han cometido atropellos y abusos sin que ninguno de ellos se atreviera a protestar por
temor a ser separados de las filas o arrestados injustamente.
Es posible que nuestros policías
y guardias, tengan sus propios reglamentos y que dentro de esos reglamentos,
este la disciplina, pero la disciplina no obliga a soportar vejaciones y atropellos.
Escribo sobre esto, para que
silva de reflexión, porque al igual que alistados y sub oficiales, hay muchos
oficiales superiores que han tenido problemas cuando han querido protestar por
acciones violatorias de jefes.
Y muchas veces esas protestas les
han costado, su retiro forzado de las filas y hemos perdido a excelentes
policías y guardias, formados profesionalmente, por lo que podría llamarse
intolerancia y atropello.
Hoy un grupo de policías que
trabajaron en las pasadas elecciones
presidenciales, se han amotinado, han protestado porque han entendido que se
les quiere engañar con el pago.
Se les ofreció una suma por su trabajo extra, y concluido este,
se les quiere reducir lo pautado y lo han dejado saber públicamente, llamando
la atención de su jefe inmediato.
La jefatura de dicha institución
ha dicho que investigará, ojala se haga
con seriedad y no se quiera tomar represalia contra quienes han entendido que
como seres humanos merecen que se les respete en su dignidad.
Que no se quiera decir que es una
indisciplina, ¡que se acepte!, como una muestra de madurez de nuestros policías
y militares que entienden que deben ser tratados con respeto.
Eso lo aplaudo porque en la
medida que ellos claman porque se les respete, en esa misma medida, ellos
tendrían que ser respetuosos con la ciudadanía. Qué bueno que ya nuestros
guardias y policías, no dicen “Si Señor”, incondicionalmente.