Para dos políticos barahoneros, soy un periodista honesto


POR ALEJANDRO SANTANA,
Para un periodista, es difícil hablar de su vida y hasta de sus vivencias en el ejercicio de este difícil, pero emocionante trabajo, y de nosotros la gente siempre tendrá  su opinión.
Mientras más pobres seamos y lo aparentemos, mejor valoración tendrán de nosotros, si por cuestiones de sobre vivencia alcanzamos  alguna que otra posición económica y cambios visibles  en nuestras vidas, pues seremos mal valorados, “se vendió”.
Parece que esta profesión, surgió de la necesidad que tiene un gran conglomerado social  de hacer llegar sus quejas, necesidades y anhelo a las esferas de poder, y su aliado es el periodista.
Mientras más te vincules a ese conglomerado, más pobre serás en el ejerció, y si por, si acaso algún día te codeas con otros sectores, económicamente diferente, pues eres un periodista amarillo, “de esos que su pluma está al servicio del poder.
Esencialmente esa era la valoración que se tenía de nosotros en los años 70 y hasta finales de los noventa, cuando  los medios y los periodistas estábamos enquistados en el corazón de los sectores desposeídos, carente de todo tipo de servicio social.
He posible que haya hecho un gran rodeo, para  dar a conocer el contenido del título de este trabajo, el cual he hecho una de esas madrugadas en que te desvelas, y por tu mente comienzan a pasar cosas, recuerdos, vivencias, desagrados y satisfacciones.
Cuando Luis Toral, decide insertarse en la política y decide ser el candidato a Síndico por esta Provincia,  por el Partido Reformista, desde antes de su escogencia en “asamblea”, fui enterado.
Y lo fui porque en palacio se efectuó una reunión con reformistas de la ciudad, donde se discutió el tema, luís Toral, En esa reunión se me recomendó a mí para que le hiciera las relaciones publicas.
La recomendación el hizo el doctor Noé Sterling  Vásquez, argumentando que en ese momento yo era el periodista más honesto de la ciudad.
La reunión ocurrió en horas de la noche,  y a las ocho de la mañana fui convocado a la casa del legislador Sterling, quien me pidió excusas por haberme propuesto sin consultármelo.
Me indicó que a él le sobraban razones para entender que yo era honesto, que debía aceptar, que era mi oportunidad, porque Balaguer había instruido que se me resolvieran mis problemas, me recomendó que me mantuviera atento que me llamarían.
Al día siguiente me llamo Luis Toral, y me dijo, que un amigo, que yo ignoraba que eran tan amigo me había recomendado ante el presidente Balaguer.
Que me necesitaban, que le hablara de mis problemas que los resolvería, y así lo hizo, yo tenía una deuda con una agencia de préstamos a quien debía 175 pesos, me hizo un cheque por ese monto.
Recuerdo que me dijo que yo era un hombre sin problemas, sentí temor de cambiar bruscamente de posición económica, pensé, “qué dirá la gente, de mí,” el reformismo se encontraba en su peor momento.
Me gane el mote del “pájaro” por esa indecisión mía, y falta de ambición, el mote me lo  endilgó mi esposa, cuando se enteró que solo había hablado de la pequeña deuda, cuando  nos hacían falta tantas cosas en la casa; no teníamos en que sentarnos.
El otro connotado político que entendió  que yo era honesto, lo fue el doctor Noel Suberví Espinosa, debido a que en la campaña política  de  1978 fui el único periodista local que publicaba las notas del PRD.
A la sazón, yo era el corresponsal de Noti Tiempo y escribía para el periódico El Caribe, para mí era un honor en esa época de la vida  estar del lado del pueblo.
Gana el PRD y no consigo ni siquiera el nombramiento de cartero de segunda que para ese tiempo era un trabajo digno, todos nos comunicábamos por cartas, y llegaban.
Muchos años después, a través de un carpintero que le hacia los trabajos a la familia Suberví, llamado Germán, fue que me enteré de la valoración que  tenia de mi persona ese viejo roble perredeista.
Me lo dijo de esa manera usted sabe porque cuando yo lo encuentro lo saludo con tanto agrado!, porque Noel Suberví, siempre ha hablado de usted, dice que usted es  un periodista honesto,
El doctor Suberví, nunca me llamó por mi nombre, siempre que se dirigía a mi me decía, Espinosa, igual hace su hijo el Alcalde  Tavito, a los periodistas les choca, pues yo no firmo espinosa, pero ha sido una costumbre de  esa familia
Refiero todo eso ahora, porque ya son otros tiempos, antes ser periodista, era como un sacerdocio, hoy es una profesión para vivir de ella como se vive de la medicina,  de la ingeniería o del derecho.
Lo refiero también porque una joven amiga, me dijo “y siendo periodista  toda tu vida, por qué eres tan pobre”, y aunque le conteste, que tratando de tener dignidad, me desvele en la madrugada y esos recuerdos vinieron a mi mente.
Y saben una cosa, que aunque me sienta orgulloso con mi historial de vida y que mis hijos se sientan orgullosos de mí, debo confesar que no siempre he sido honesto.
Tengo muchos amigos políticos que siempre han estado en la cúspide y cuando he tenido alguna necesidad he acudido a ellos y me han resuelto, y aún lo sigo haciendo
Digo, o refiero todo esto porque esa  madrugada de desvelo me he sentido feliz, frente a esas valoraciones de esos dos amigos a quienes agradezco, muchos a tiempo y porque me hace sentir feliz cada vez que alguien me  dice en las calles ¡Oye, siempre leo tus artículos en Esos del Sur, me gusta como escribes,. Y digo,!guaaoo!, que bien y yo que siempre siento temor cada vez que escribo, que dudo que me vallan a leer.
Es una satisfacción que siento y agradezco que me lean y les aseguro que cada vez que escribo lo hago imprimiendo seriedad, objetividad y con el convencimiento que  lo que hago lo hago partiendo de la verdad que veo y lo escribo.