¿Curan los gorgojos el cáncer?

La autora es periodista, reside en Santo Domingo

Por ELSA PEÑA NADAL
Había  extrañado a mis vecinos, una pareja de esposos, ya mayores;  él español y ella peruana, que adquirieron hace más de diez años en nuestro país un apartamento en el edificio frente al mío, para venir desde New York a pasar acá los inviernos.
Cuando pregunte a sus vecinos la razón de esa ausencia de dos inviernos seguidos, me apeno enterarme de que la señora había sido operada de  cáncer de pulmón y  desahuciada por sus médicos.
De ahí mi sorpresa cuando hace un mes los vi  de nuevo        y      me entere  de cómo Otilia, que así se llama mi vecina, había sobrevivido durante estos últimos dos años, tras recibir  ese fatídico diagnóstico.
Ella no solo ha superado los tres meses de vida que le diagnosticaron, sino que también  ha recuperado parte del  peso y  masa muscular que había perdido al quedar casi en el hueso, según sus propias palabras,  y  muestra  un rostro  terso  y  lozano  que atribuye, además de al consumo de  los gorgojos, a una alimentación especial y muy cuidadosa.


La Coleopterapia, como se llama al tratamiento con estos gorgojos,  se recomienda  para elevar el nivel de defensa del organismo, o sea, del sistema inmunológico;  suprimir todo tipo de dolores y mejorar la calidad de vida. Recomendado especialmente en casos de Cáncer de cualquier tipo y en Diabetes;  así como en  Asma, Artritis, Parkinson, HIV, Psoriasis, Artritis, Vitíligo y otros.
En este punto aclaro que no soy médico  ni nada relacionado con la medicina;  soy  periodista. En la información que leí aclaran que  este es un tratamiento natural y complementario  y que  no es alternativo o un sustituto de los tratamientos tradicionales de estas enfermedades pero que los resultados han sido asombrosos y están documentados;  sobretodo en casos  de cáncer en los que se ha recomendado el uso de la quimioterapia.
Inapropiadamente llamado gorgojo, según leí, del genero Palembus y de la especie Ulomoides  Dermaestoides. Oriundo de China,  es un coleóptero, de ahí lo de Coleopterapia,  descubierto por Casey en 1891 cuando buscaba la cura del Asma, y luego se descubrió su efectividad en el tratamiento del cáncer y otras enfermedades. Dice, además, que calma el dolor en general porque el líquido que expulsa es un fuerte sedante. Fue traído desde  Alemania siendo introducido  por Uruguay  y  luego paso a Argentina y a otros países de Latinoamérica.
A mi vecina la vi ingerir con total facilidad 30 gorgojos  vivos seguidos de unos sorbos de agua, y  me regaló   algunos  con los que, siguiendo sus instrucciones, inicié mi propia colonia. Fueron  tan amables que  unos días después  y  tras concertar una cita,  me recibieron  en compañía de una hermana mía  y de cuatro amigos en común, de los cuales uno  esta siendo tratado de  cáncer;  les  regalaron unos pocos  gorgojos a todos y les explicaron cómo reproducirlos. Y también a ellos, doña Otilia les mostró cómo se ingieren, tomándose  los  30 gorgojos correspondientes a ese día.
 Verla curada, animadísima y con tan buen sentido del humor,  es la mejor promoción de este tratamiento complementario sugerido  para la cura de varias enfermedades.
Resaltan que lo hermoso de esto es la solidaridad que a nivel internacional se ha desatado entre  pacientes, familiares y amigos, quienes han iniciado lo que se ha dado en llamar Una cadena de vida.
Sobre  esto  hay  mucha  información en la red,  y se ha creado una cadena de distribuidores gratuitos de  varios países del mundo;  incluidos Republica Dominicana y los Estados Unidos, donde varias personas encuentran  las respuestas a sus preguntas  y otras ofrecen sus testimonios  con la esperanza de que otros se beneficien también,  y de que la ciencia se interese en comenzar una investigación al respecto.

Fuente Al Momento.net

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