

Es habitual escuchar a gente echando la culpa de eventos extraños a la luna llena.
“Debe de ser la Luna” es una frase
que escuchamos a menudo cuando sucede un evento inusual o extraordinario
en una noche de Luna llena.
Desde tiempos inmemoriales, los humanos hemos creído que la fase
plena de nuestro satélite puede influir en nuestro comportamiento y
nuestra biología, y ser la causante de todo tipo de acontecimientos,
como el incremento de los partos, de los accidentes o de la
criminalidad.Incluso asociamos los plenilunios con los episodios de locura de aquellos a los que consideramos “Lunáticos”.
Muchos piensan que, igual que la Luna tiene un efecto sobre las mareas de los océanos, en nosotros también ejerce su influencia, ya que nuestro cuerpo está formado por agua en más de un 75%.
Pero como señalaba en un artículo sobre este asunto la revista estadounidense Scientific American, citando al astrónomo George Abell, “un mosquito posado en nuestro brazo ejerce una fuerza gravitacional mayor sobre nosotros que la Luna”.

Un mosquito posado en nuestro brazo ejerce una fuerza gravitacional mayor sobre nosotros que la luna.
Con la idea de desmontar los mitos que siguen existiendo en nuestros días sobre la Luna, Jean-Luc Margot, Profesor de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por sus siglas eninglés), llevó a cabo una investigación para la que analizó la literatura científica existente sobre este asunto.
Margot concluyó que hemos de dejar de echarle la culpa por todo a la Luna llena.
Creencia errónea

La literatura científica muestra que no hay más partos en noches de luna llena.
“Me sorprendió que una persona razonable como ella tuviera esa creencia, que es incorrecta. Si se analiza la información disponible uno ve que no hay un aumento de los partos en las noches de Luna llena”.
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