POR
ALEJANDRO SANTANA
Luego de
reflexionar, investigar causas, hacer contacto con personas que han sido
asaltadas, despojadas de motores, passolas, cadenas y celulares, comienzo a
comprender, cuales son los parámetros que usa la policía para hablar de la
reducción de la delincuencia.
Hay casos,
la mayoría, que no llegan hasta el conocimiento de las autoridades y no llegan
por múltiples razones y motivos, uno de ellos es la desconfianza, la precepción
de que los agentes no harán nada frente a las denuncias.
La otra es
que mayormente quienes roban tienen intermediarios que usan para negociar con
los afectados la devolución de los objetos robados.
Es decir que
se ha levantado una nueva clase de delincuentes, que son los que siempre saben dónde
ha ido a parar el robo de la noche.
Recientemente
en mi sector a un señor le robaron una escopeta, se presentaron a su casa
varios delincuentes en horas de la noche, lo golpearon y la sustrajeron.
Al otro día
se presentó a la casa de uno de los hijos del señor robado y le dijo que el
sabia quienes habían sido los ladrones que le diera cuatro mil pesos para
recuperársela.
Le dieron el
dinero y la escopeta apareció, pero ya en la policía se había depositado la
denuncia del robo y uno de los hijos del señor fue a informar que la habían
recuperado.
Cómo es
natural los agentes se presentaron a la casa de quien había pagado
para recuperarla, pero este no dio las informaciones pertinente para que
las autoridades actuaran.
Los que son
despojados de motores o celulares, en vez de ir a la policía, al despacho del
fiscal a poner la denuncia, acuden a los puntos de drogas y allí pagan sumas de
dinero para su recuperación.
Esta práctica
se incentivó en la misma policías, años atrás cuando el dueño de un motor
robado acudía a poner la denuncia, los mismos policías los enviaban a los
puntos a pagar para que recuperaran los robos.
Los
superiores de esos agentes se dieron cuenta de que algo andaba mal y se
produjeron traslados, pero ya el mal estaba hecho, en la actualidad el que es
robado acude a los puntos de venta de drogas a pagar para recuperar lo robado.
Como se ve
la mayoría de los casos de robos, delincuencia no llegan al conocimiento de las
autoridades por la vía que señala la ley, en la mayoría de las veces la policía
se entera por los medios de comunicación.
Esto ha
causado fisura entre dueños de medios, periódicos digitales y el Director de la
Regional Sur de la policía con asiento
en la ciudad.
Mientras el
habla de la disminución de los actos delictivos, los medios todos los días
presentan en sus páginas decenas de hechos que ocurrieron, pero no se hicieron
denuncias en los organismos correspondientes.
Se ha
producido un distanciamiento innecesario, ha faltado, hablar sinceramente, y se
dice que hasta colegas periodistas y comunicadores se han prestado para
indisponer a quienes viven hablando del auge de la delincuencia.
Las
investigaciones que he realizado, me han dado por conocimiento que la mayoría de los actos delictivos no van
a los archivos policiales debido a que los afectados no creen en la institución
del orden, pero mucho menos en los fiscales de puesto en la Dirección Regional
Sur de la PN Y eso es delicado.
Si actuamos
con honestidad no deberíamos culpar a nadie en particular, lo que debemos hacer
es sentarnos como personas civilizadas, policías, periodistas y comunicadores
serios y orquestar un plan de
concientización para lograr que la ciudadanía recobre la confianza perdida en
la policía,.
Si desde los medios nos ponemos a la disposición y decidimos
ser parte de la solución de seguro que los hechos delictivos bajaran realmente
y viviremos felices.
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