Eliseo Andujar (Barahona)
Por PRAEDE OLIVERO
El hombre sureño siempre ha transitado el camino de la historia y de la gloria con un valor espartano, el que heredó el barahonero combatiente de abril, recientemente fallecido, Eliseo Andújar.
El cacique Enriquillo, jerarquía dada por su pueblo, aunque en termino de geopolítica ya no  existieran  los caciques en la isla, es un ejemplo  del valor de ese nativo sureño, su lucha, hizo que aun hoy se la de esa categoría.
Lemba combatió la esclavitud en nuestro sur  fecundo y luego vinieron los independentistas y los restauradores del sur, donde ubicamos el hombre barahonero, que una vez dependía de Azua y otra vez de Neyba, al extremo de que la Bahía de Barahona, aun se llama Bahía de Neyba, por irresponsabilidad de nuestros legisladores, que no someten el proyecto y no aprueban la ley para cambiar el nombre por Bahía de Barahona.

 Se levantó el hombre barahonero contra la invasión de los Estados Unidos a nuestro país en el 1916, como lo establece José A. Robert junto a otros historiadores; también combatimos a Trujillo, planeando el tiraniridio en Barahona, aunque no se produjo, ya que el ajusticiamiento se produjo después en Santo Domingo, de cara al mar para salarlo como el puerco que era.
En las expediciones contra Trujillo de los años 1947, 1949 y 1959, está presente y vigente el hombre barahonero y los ejemplos dignos de Tony Mota Ricart y José Meson, que respondieron a los que decían que ellos y los demás  que no estaban preparado para combatir,  estaban preparados para morir por la patria.
La resistencia contra el golpe de estado a Juan Bosch y la guerrilla de Manolo, tuvieron a los barahoneros en primera fila, abonando nuestras lomas la sangre generosa de Pedro Emerson Mata Galarza (Chacun), guerrillero del Frente Sur Francisco del Rosario Sánchez, comandado por Ángel Luís Patnella, alumno ejemplar de Manolo Tavarez Justo, que aun porta en su alma taladrada, su gorra verde y negro, con las insignias del 1J4.Llega entonces el momento de la verdad y de las harmas, por tercera vez para la patria, el hombre sureño y es particular para el barahonero, con el estallido de la guerra de abril del año 1965, organizada por el coronel Fernández Domínguez y comandada por Francisco Alberto Caamaño Deñó, con su escenario principal en la capital.
Los barahoneros atendiendo el llamado de la patria se presentaron al parque central, marcharon a la capital y junto a los que allí residían y los que llegaban de otros pueblos y del extranjero en especial de New York, pelearon contra los traidores a la patria y contra el invasor, siendo fieros y decididos y como dijo Caamañ “No vencimos, pero no pudimos ser vencidos”.
No pudimos ser vencidos porque cuando los traidores a la patria y los invasores pretendieron asaltar POASI y tomar la zona constitucionalista, para eliminar el mando político-militar, renació el valor dominicano y barahonero; al mando del comandante Eliseo Andújar (Barahona), con sus hombres del comando de San Antón, derrotaron al enemigo en la batalla  del Timbeque los días 15 y 16 de junio del 1965 y se llenaron de gloria, impidiendo que le fuera peor a la patria.
En el fragor de la lucha, los decretos de Caamaño reconocían al hombre sureño y en especial al barahonero al nombrar al azuano Héctor Aristy Ministro de la Presidencia, a los barahoneros Jotyn Cury Canciller, Lember Peguero Ministro de Justicia, Noel Suberví Espinosa  Vice Ministro de Propiedades Públicas.
El barahonero Aníbal de Peña compuso y puso música al himno de la revolución, que tanto inspiraba a los combatientes y cantaba hasta morir  a los 67 años Eliseo Andújar (Barahona) un gigante de la historia.

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