En los mostradores de cualquier farmacia, calculando como multiplicar los chelitos para comprar parte de los medicamentos  para poder seguir mal viviendo.

Ya el número sometido se ha ido reduciendo, desde abril a esta parte son  varios los muertos y son muchos los que están o han estado hospitalizados esperando como el coronel, de Gabriel García Márquez.

Son muchos aún los que viven en la desesperanza, esperando que se les pensione, porque  contrario a mi desconocen que nuestro presidente ha entendido que las pensiones que se otorgaron antes, fueron un festín y un acto deshonesto.

Me enteré que desde las instancias del poder, eso no se contempla, que nuestro presidente tiene muy mal concepto del otorgamiento de pensiones para pobres periodistas y locutores.

Y aunque él no se lo ha dicho a los gremios ya muchos sabemos que algunos de sus funcionarios lo han dejado saber a amigos o colegas periodistas que no disfrutan de las mieles del poder.

Lo que nos diferenciará del Coronel, de Gabriel García Márquez, es que no iremos cada miércoles al puerto a esperar la llegada del correo.
No dedicaremos a seguir viendo transcurrir los meses, desde abril a noviembre y desde ahí hasta que concluya el periodo de nuestro presidente.

Félix Valoy, locutor barahonero, enfermo de diabetes, con una extremidad amputada, con el dedo mayor del otro pie, no lo sabe, a él nadie le ha dicho que las esperanzas se murieron, que seguirán muriendo para cada uno de los sometidos.

Cómo hago para lograr que lo entienda, que otros lo entiendan y nos unifiquemos para producir un documento donde demos las gracias a nuestro presidente y renunciemos a ese favor que desde el Estado se visualiza y se entiende, que no hay obligación desde esa instancia.

Demos las gracias y decidamos esperar la muerte con resignación pero con honor y dignidad y conservemos los dineritos que consigamos para comprar alimentos y medicamentos y regalemos los animales que algunos tengamos, para no gastar también en ellos.

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