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¿Qué estaría pasando con Quirino si no hubiera hablado de Leonel?

Si Quirino Ernesto Paulino Castillo no hubiera emergido de la prisión estadounidense a la ávida opinión pública dominicana para hablar de Leonel Fernández, su regreso al país este sábado significaría nada. Como muchos otros exconvictos por narcotráfico en los Estados Unidos que han vuelto, podría estar hoy celebrando el reencuentro con los suyos en su Elías Piña natal que lo espera, según publican varios medios, con los brazos abiertos.


Pero en las semanas previas a su llegada, Quirino estuvo en el ojo del huracán. Sus “revelaciones” sobre los vínculos que dice haber mantenido con el expresidente Fernández, lo pusieron en boca de todo el mundo, incluidos aquellos a quienes no les importa irse de bruces al tropezar con la paradoja de considerarlo un mentiroso redomado y realizar simultáneas y apasionadas manifestaciones de defensa leonelista.

La confesión de que lo tendrán controlado y vigilado –Manuel Castro Castillo, dixit— podría estar violando derechos fundamentales de El Don, que los tiene con la misma calidad ciudadana que Félix Bautista, por ejemplo.
Madrugador, Quirino llegó apenas despuntando el alba sabatina y tres o cuatro horas después, cuando su arribo era noticia, había relegado el discurso de rendición de cuentas del presidente Danilo Medina. Volvía a ser trending topic en las siempre bullentes redes sociales.
A la relevancia de su arribo contribuyen unas autoridades torpes en el manejo de su política informativa. Dicen y desdicen y, quiéranlo o no, alimentan suspicacias. No conformes, producen declaraciones aspaventosas sobre el “seguimiento”, “vigilancia”, “control”, etcétera, que darán al incómodo recién llegado. Yerro sobre yerro porque la confesión de que lo tendrán controlado y vigilado –Manuel Castro Castillo, dixit— podría estar violando derechos fundamentales de El Don, que los tiene con la misma calidad ciudadana que Félix Bautista, por ejemplo.
Pero, además, Quirino no debe nada a la justicia dominicana. La sentencia de la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justiciadel 18 de febrero de 2005 autorizando la extradición solicitada por los Estados Unidos, es clara al respecto: si bien  “Quirino Ernesto Paulino Castillo (a) El Don, se encuentra arrestado preventivamente en la República Dominicana, el Ministerio Público no ha presentado cargos en contra suya, ni formulado ante el Juez de la Instrucción requerimiento conclusivo alguno que le concierna”.  
Así que no andará descaminado quien piense que tanta alharaca de las autoridades por el regreso de Quirino tiene por finalidad compensar políticamente a Leonel Fernández.  Mas como nada es únicamente una sola cosa, también podría ser este un entretenido tour de force entre el macho sureño que prometió que venía, y vino "atento a él", y el machismo supletorio de los obligados a dar la cara en lugar de quien ocupa su tiempo en recitar mantras iluminadores.

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