Los hilos invisibles de una trama criminal


La justicia dominicana tiene que llegar hasta el rincón más profundo e insondable en el que está reposando la “verdad verdadera” acerca de los crímenes en serie de las jóvenes mujeres Natasha Sing y Suleika Flores, que han conmovido a la sociedad.
Ambas fueron asesinadas por los mismos sicarios, aparentemente con una misma arma, con el mismo sistema de ubicación, persecución y ataque, y con un intervalo de veintiún días, tras salir de sus residencias en Santo Domingo Este, en abril pasado.


Ante la coincidencia de que ambas vivían en un mismo vecindario y poseían vehículos casi semejantes, toda la atención de la ciudadanía se enfocó en ambos crímenes, por sus peculiares semejanzas.

Del primero, es decir, del asesinato de Natasha, prácticamente ningún avance habían logrado los investigadores (o al menos no los hacían públicos) sobre las causas y sus autores, hasta que el misterio vino a develarse cuando se produjo el crimen de Suleika y se apresaron a los que lo ejecutaron, y a los que lo fi nanciaron, bajo la presión social y mediática por su esclarecimiento.

Pese a que ya se han dictado medidas de coerción en grados diferentes para los acusados de ser autores intelectuales y materiales (diferencias que muchos no se explican por qué se dan), han afl orado las sospechas de que no toda la trama había sido puesta bajo el dominio de la opinión pública, y de que se movían hilos invisibles para acomodar o “truquear” los hechos.

Para poder superar estas legítimas dudas, es deber de la Justicia llegar hasta el fondo de ambos casos ya que la ciudadanía se hace muchas preguntas que, al intentar responderlas, no encuentra explicación ni mucho menos sustento a las primeras versiones que han ofrecido los acusados sobre su presunta implicación en dichos asesinatos.

La sociedad tiene sus ojos bien puestos sobre aquellos que en estos momentos llevan a cabo las investigaciones y es muy difícil que pueda aceptar que, por las razones que fueren, le metan “gato por liebre” con un resultado fabricado y acomodado de esas indagaciones, y por eso sigue atenta al proceso para ver hasta dónde la justicia es capaz de hallar y hacer valer la “verdad verdadera” de estos hechos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario