A Emilio Herasme Peña, Inmemoria


 
Maestro, no debo quedarme callado ante tu partida de este mundo, viviste con grandeza entereza, humildad, pero sobre todo con honestidad, te conocí en los tiempos en que el ejercicio del periodismo era un riesgo.

Yo aprendiz de periodista, tu un baluarte del ejercicio, los años 70s, nos vincularon, y podría decir que junto a ti y a un grupo de periodistas, formamos el Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales.

A partir de ahí nuestros encuentros se hicieron cotidianos, cursos de capacitación para corresponsales, seminarios, charlas, compartir, encuentros sociales en el viejo local del gremio  en el centro de los héroes.


Recuerdo nuestro peregrinar  por las diferentes Provincias en labores sindicales, en la formación de corresponsales, tus consejos, recomendaciones.

Compartimos puntos de vista o mas bien te escuchábamos cuando hablabas del compromiso de la prensa con los sectores desposeídos, sentías un gran amor y vinculación con los de abajo.

Aunque te graduaste de abogado y antes de eso fuiste guardia, te distinguiste en el ejercicio del periodismo al que llegaste como llegamos muchos, cuando se necesitaron plumas y voces para luchar por las libertades.

Tu muerte no me acongoja, porque se que ni tu mismo creíste que llegarías a los 50 con vida debido a tu vinculación política a tu ejercicio honesto en el periodismo.

Fuiste de una generación de hombres grandes, tus hermanos también fueron y son buenas plumas los que igual que tu han muerto y los que quedan vivo y la legión de jóvenes que formaste en el ejercicio con tus ejemplos con tus consejos.

Alcanzaste los peldaños mas alto en el ejercicio, pero tuviste la grandeza de ser siempre el mismo EMILIN, un hombre amoroso, sencillo atento con todos, respetado y admirado por dignatarios y militares.

El periodismo, el gremialismo periodístico están de luto, tus amigos, colegas, camaradas y amigo no te lloraremos, reflexionaremos sobre lo que fue tu vida tu vinculación con los medios, tu entereza  en el ejercicio sin ruido, sin pretensiones de grandezas.

Muchos levantaremos tú pluma y será un honor porque estaremos reivindicando a un grande del periodismo dominicano a una referencia histórica, a quien trazo la pauta para el ejercicio de un periodismo honesto.

Nunca olvidare que cuando fuiste director del Listín Diario me distinguiste, me publicaste, mis trabajos periodísticos, no los primeros porque ya publicaba en otros medios, pero me distinguiste.

Y lo hiciste porque cuando fuiste el jefe de redacción del periódico La Noticia, siempre me diste el apoyo que necesitamos los periodistas jóvenes, fuiste un gran amigo me lo demostraste en innumeras ocasiones cuando te necesite.

A aprendí de ti a ser un humilde embarrador de cuartillas a tratar de ser periodista algún día pues el ejercicio periodístico es muy complejo y el mundo es tan  cambiante y todos los días necesitamos aprender algo nuevo en el ejercicio.
Escribo estas líneas sin lagrimas en los ojos no me traiciona la emoción y es porque periodistas como tu son para recordarlos imitando su ejercicio, tratando de vivir como viviste amigo, con humildad, con entereza y honestidad.
Se que  en el cielo tendrás un buen lugar porque viviste  como manda el creador, amando a tu prójimo, sufriendo el dolor de los oprimidos, la desesperación de los que no tienen voz para denunciar sus grandes necesidades, cosa que tu hacías por ellos. Emilin fuiste grande, quisiera llegar a ser como tu fuiste amigo, maestro.
Redaccion Alejandro santana.

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