Las Iglesias Y los procesos De alfabetización en la República Dominicana



Por  Manuel Ramírez.-



Las iglesias del país, católicas o evangélicas son el espacio ideal para promover procesos de alfabetización de jóvenes y adultos/as.

Muchas de las personas que asisten a ellas y que son parte de la feligresía sabemos que no saben leer y escribir. Por eso no pueden leer e interpretar un libro tan importante y maravilloso como la biblia.

Estas personas no pueden vivir su fe religiosa de manera consciente, no se sienten autorizadas y empoderadas para hablar en público sobre los mensajes de la biblia; quisieran analizar estos mensajes, hacer comentarios o simplemente emitir opiniones como lo hacen otras personas más educadas y formadas académicamente.


Por eso en las iglesias tenemos un público cautivo de jóvenes y adultos/as que está presto a participar e integrarse a los procesos de alfabetización tanto como facilitadores/as, así como alfabetizando/a.
Creemos que se hace necesario promover procesos de motivación y vinculación a las acciones de alfabetización en las iglesias católicas y evangélicas en los barrios y en las zonas rurales de todo el país de manera organizada y como parte de un plan estratégico del cual, formen parte el Estado y la Sociedad Civil Organizada de todo el país.  Pues las distintas instancias y autoridades de las iglesias tienen  un rol protagónico que jugar en esta perspectiva. 
   
Me refiero a los sacerdotes, monjas, pastores y hermanos/as que son parte esencial de las actividades que realizan las iglesias cada día partiendo de su fe, su creencia en Dios, su amor al prójimo etc.
Por qué la alfabetización es una acción de amor al prójimo que debe planificarse, evaluarse y diseñarse de manera calculada y bien pensada para que por etapas vaya dando resultados efectivos en las personas jóvenes y adultas/as.

Es preciso que las diferentes instancias primarias de la sociedad como la familia, las  escuelas  y  las iglesias actúen de manera pro-activa en un proceso de reflexión – acción para que impulsemos acciones de enseñanza – aprendizaje con énfasis en lecto – escritura y cálculo básico para contribuir con la reducción y eliminación del alto índice de analfabetismo que existe en todo el territorio nacional.

En las iglesias encontramos una buena presencia de personas emprendedores/as, con mucha fe y esperanza dispuestas a enseñar a las personas que no saben de letras. 

Existe en estos espacios y contextos religiosos las condiciones necesarias y el espíritu de lucha necesario para hacer un buen trabajo de alfabetización con los jóvenes y adultos/as que no han tenido la oportunidad de aprender a leer y escribir.  

Según Paulo Freure Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre. 

Por ello se hace necesario que el eje de alfabetización, forme parte de la agenda de desarrollo y de los trabajos que impulsen a corto, mediano y largo plazo las iglesias del país de común acuerdo con el Estado y la Sociedad Civil Organizada en la zona urbana y rural de todo el país.
También Freure plantea que alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra.  

De esta manera los feligreses podrán ser sujetos/as  conscientes de la fe que viven y profesan dentro y fuera de las iglesias. Podrán asumir el Cristo vivo que aclaman y profesan en torno personas que tienen a su alrededor.  Podrán conocer mejor su realidad social y económica pudiendo así luchar por transformarla de manera colectiva y efectiva.  




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