Reconocer a un hombre noble, Felito Ledesma




Puedo decir que nunca había asistido a un acto en que el pueblo llano rinde homenaje sincero a un hombre honesto,  trabajador, solidario y  desinteresado.

Asistí a un homenaje por sus cien años de don Felito Ledesma, Felito Viste encuero, un homenaje organizado por el pueblo aunque la cabeza,  haya sido su hijo,  el diputado Aquiles Ledesma y su hermana, Deyanira.

Don Felo, se dio a conocer en el seno del pueblo, por su manera solidaria para con los demás, mantuvo a frote un negocio que mas bien fue de beneficencia para los necesitados.

Eso lo dejaron plasmado en sus intervenciones, personas sencillas del pueblo que acudieron a  rendir homenaje a uno amigo a un protector, a un padre, porque solo los padres son solidarios en las necesidades, y así fue Felito.


El hombre de las miles anécdotas narradas por sus clientes, por sus amigos sus compañeros, los que convivieron con el en sus años de gloria.

Don Felo, fue una especie de protector, para muchos, aporto la colombina, las mecedoras, las colchonetas, el  dinero para la comida de la familia, fue un padre ejemplar, nunca sus clientes, sufrieron penurias si el estaba enterado.

Uno hombre fuera de serie, el comerciante, el trotamundo, el letrado, el del buen gusto musical, el consejero, el humorista, el de la buena vibra, el que siempre tenia una salida jocosa a la situación.

Era jocoso aun en las peores situaciones, y eso lo dejaron plasmados personas que tuvieron la oportunidad de hablar en ese acto de reconocimiento.

Le cogí  fiao una camisa, no se la pague y cuando me vio en la calle vistiéndola en compañía de una amiga o amante, solo decía ,!que bien te queda la camisa, tan mal que la has pagado!, y es que el era así, jocoso aun en las peores situaciones.

Sus negocios eran una especie de solidaridad, servia a todos hasta a quienes le habían quedado mal, nunca negó un servicio.

Por eso a sus cien años de natalicio, el pueblo asistió al hotel Costa Larimar, a rendir homenaje a un hombre grande a un amigo, hermano, al solidario al protector.


Por eso las palabras de sus descendientes no tuvieron tanta trascendencia, el pueblo fue quien lo dimensionó, personas que nunca se le había visto en ese escenario se dieron sita en el establecimiento, para honrar a un hombre grande a don Felito Ledesma, Felito viste encuero.

Muchos lo dimensionaron con sus anécdotas, con sus ocurrencias, con su humanismo,  con su forma de ser contada por clientes y amigos.

Nadie estuvo en desacuerdo en reconocer que fue un hombre grande, honesto, trabajador, solidario como el que mas, sencillo, caballeroso, educado,, un gran quijote moderno.

Su negocio fue con obreros, y todos coinciden en indicar que fue un gran caballero, respetuoso, paciente, comprendedor de situaciones, un amigo fraterno.

Me siento honrado de que en mi ciudad haya vivido un hombre de la talla de don Felito viste encuero, don Felo el solidario el amigo de todos, amistoso, buen vecino, excelente amigo, orgullo de esta sociedad.

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