Los niños aguateros de Camboya en Barahona


POR ALEJANDRO SANTANA



Necesidad, observación, ingenio y destreza, así se podría definir la acción de dos niños que residen en el populoso barrio de Camboya en esta ciudad de Barahona, ante la necesidad de agua de los moradores del lugar,

Observando, la falta del líquido, escuchando los  gritos de las amas de casas y viendo la incursión de camiones abastecedores de agua, decidieron jugar con la situación.


Su ingenio los ha llevado a la fabricación de ¡camiones! Como replicas a los que acuden al lugar a repartir agua a los desesperados moradores de Camboya.
Cristofel Daniel Pérez Cuevas de 12 años, estudiante del 5to curso de primaria y EDDRY José Ulbaez, de once años estudiante del  6to curso, ambos de la escuela San Juan Bosco del lugar, son los ingeniosos niños que  todos los días, ahora en vacaciones escolares, literalmente imitan el reparto de agua.


En un recorrido por una de las calles de la barriada, me llamó la atención el ver a varios pequeños manipulando una  especie de manguera que salía de lo que parecía ser un tanque de agua montado en un camión construido con materiales  reciclables.
Pero que me llamó la atención ese hecho, no fue hasta el día siguiente cuando me interesé por el tema, volví al lugar en busca de ellos, y los encontré cuando preparaban sus  ¡camiones ¡ para salir a buscar el agua y comenzar su juego.
Le pregunté de donde había salido la idea de construir esos juguetes a quien ellos llaman sus camiones para  simular el reparto del agua.
La respuesta, con precisión, fue que ellos observando que al lugar llegaban camiones para el reparto del agua y  que las mujeres del lugar se aglomeraban para recibir el líquido.
Es una costumbre, ya de que esos dos niños, que conducen sus juguetes, ¡camiones repartidores de agua, se ven rodeados de amiguitos simulando que reciben el preciado liquido igual a como lo hacen las personas del lugar.
Cristofer y Eddry, son ingeniosos igual que muchos niños de otros barrios que no tienen Tablee ni aipod  para jugar, apelan a lo que el entorno les ofrece para hacer sus juguetes, motivados en la observación de una necesidad.
Sus juguetes, ¡camiones repartidores de agua! Son construidos de pedazos de madera, recipientes plásticos, botellas donde viene aceite o lubricantes para autos y motores, con sus  ¨mangueras¨, que son los bajantes de sueros.
Fabricaciones rusticas, es posible, pero con la inspiración natural de quienes tienen el ingenio de construir cosas a partir de la observación de un patrón.
La misma destreza que han tenido grandes genios que han construido cosas que han revolucionado el mundo y que han hecho más llevadera la vida de muchos ciudadanos.
Es posible que los niños Cristofer y Eddry del barrio de Camboya en Barahona, a simple vista no sean genios, pero si se cultiva y fortalece esa capacidad de observación y destreza en la fabricación de cosas, serían excelentes ingenieros que sin lugar a dudas contribuyan  al desarrollo de tecnologías.
Mientras ellos dentro de su inocencia seguirán jugando a los repartidores de agua  de su sector, Camboya en Barahona.

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