Pedro Peña Rubio, un gran ser humano





POR ALEJANDRO SANTANA




Descubrir al ser humano, al hombre sencillo, humilde, ligado por sentimiento a sus raíces, pero con la firme convicción de que en la vida para triunfar hay que trazarse metas y saber vencer los  obstáculos para ser un triunfador.

Ese es Pedro Peña Rubio, el flamante gobernador Provincial de Barahona, el ingeniero, el político excitoso, el funcionario mejor valorado del momento, un trabajador a tiempo completo.

Verlo desvinculado de todos esos atributos que adornan en ocasiones la vida de una persona, que a muchos lo hacen sentir el gran señor, descubrir al gran ser humano que hay detrás de  sus éxitos.


El pasado sábado, fuimos invitados a una actividad grande, cargada de sinceridad, pues los niños eran los anfitriones, los niños del ajedrez, los niños de Modesto Peña.

Reunidos en el gazebo del ajedrez en el parque infantil de esta ciudad, invitado a un almuerzo  navideño, una premiación, entrega de medallas, premios obsequios y reconocimientos.

Peña Rubio fue el orador invitado al evento, yo entre los presentes, esperaba al señor Gobernador, llego unos minutos después debido a sus múltiples compromisos.

Debo decir que no llego el Gobernador, llego el ser humano, acompañado de un amigo, presentó sus excusas, saludo a los presentes, a los padres de los niños, niñas y jóvenes del ajedrez.

A los directivos de la Asociación de Ajedrez, a todos los presentes, a cada uno con el mismo amor respeto y cordialidad con que saludan los hombres nobles.

Si su llegada me resulto grandiosa y sus saludos humanos, sus palabras para con los niños, salidas con humildad y honestidad me impactaron al extremo de sentirme emocionado por escuchar a un ser humano hablar de su vida.

No mintió, hablo con el corazón, dijo de donde venia Pedro, hijo  de campesinos, nacido en una comunidad muy pobre con pocas esperanzas, donde la vida se circunscribía a la producción agrícola.

Hablo de sus grandes sueños, llegar a ser un pelotero famoso, pero donde nació y se levanto no había play, no había oportunidad para el deporte, solo disponían de un pedazo de palo y una pelota de trapo, en un terreno muy reducido.

Su sueño, no se cumplió, pero se fijo metas, estudiar, llegar a ser un profesional, subir peldaños, sin desmayar, siendo bachiller se va a la ciudad capital, se vincula al PLD, conoce a un gran hombre que ha sido su inspiración en la política.

Juan Bosch, su maestro en la política hombre practico que le enseño que el que no tenía la intención de llegar a la dirección más alta de la organización, no tenía razón de estar ahí.

Hablo a los niño como lo hace un padre amoroso, los adultos presentes recibimos sus palabras como la de una persona que se ve identificado en cada niño humilde del ajedrez que solo su deseo de ser alguien lo llevaron a subir peldaños en la vida.

Así se lo hizo saber a cada niño y niña y a los jóvenes presentes, con esa sencillez y esa maestría que usa para comunicarse con los demás.
                                                     
Sencillo desde su vestimenta, siguiendo  con sus ademanes y poses, gestos y palabras salidas del corazón, un verdadero ser humano que llegó al lugar sin el aparataje del funcionario.

Es, el Peña Rubio que descubrí el pasado sábado en el encuentro que la Asociación de Ajedrez de Barahona, dirigida por el ingeniero Modesto Peña. Daisy Suero y  el profesor José Peña organizo para conmemorar con sus niños y asociados.

Debo destacar que la comunidad de donde es oriundo el ingeniero Pedro Peña Rubio, sigue siendo una comunidad agrícola, pero ha progresado, ya los Arroyos de Polo, es pujante mantiene un activismo agrícola, sus calles están asfaltadas, su comercio dinamizado.

Y sin lugar a equivocación se puede asegurar que es la que mas tiene entre sus hijos a profesionales en las diversas ramas, que aunque algunos no vivan en el lugar  se mantienen al pendiente de las necesidades y son extremados en la solidaridad con los estudiantes del lugar
 

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