La carta de Miguel Guerrero y la conspiración de Juan Bolívar Díaz


POR ALEJANDRO SANTANA

En tiempos de campaña, los políticos ensucian a cualquiera que ellos entiendan que no está de acuerdo con sus ideales o sus formas de orquestar una campaña en pos de sus aspiraciones.


Por eso es que no es raro que de repente se digan cosas muy bajas y sucias, que se inventen crímenes, robos y vinculaciones  peligrosas, todas con el marcado interés de quitar fuerza o frenar crecientes simpatías electorales.

En este país y en otros tantos, hay periodistas muy vinculados a todos los sectores políticos, al mundo empresarial, de los negocios y hasta del bajo mundo.

Y no es que el periodista ande buscando esas amistades, es que le llegan en la medida en que ellos entiendan  que ese profesional está en capacidad de resolverle un problema, de corte policial, judicial, de simpatía o de amistad.

Hasta ahí el periodista o la amistad con este es muy buena y reunirse con él es sacar ventajas porque  es el profesional que está al tanto de cómo andan las simpatías, las preferencias y hasta la intención del que va a sufragar en las elecciones.

Todo eso está bien, pero en los países donde  los políticos, entienden que sus simpatías crecen en la medida en que su programa de gobierno es el que más favorecerá al  pueblo.

Y donde la capacidad y la hoja de servicio sean las herramientas que haya que exhibir, no la bajeza, la chismografía y los comentarios infundados.

Pero el asunto se complica cuando son periodistas y comunicadores que se prestan para hacer acusaciones contra profesionales honestos que por sus años de servicios sus trayectorias, les permite reunirse con cualquier sector.
Esos que ven en las relaciones, pretensiones conspirativas, propiciadores de  desestabilizaciones, esos que sus ambiciones solo les permite ver el lado malo de las cosas.
Y es que en nuestro país, se ha levantado una nueva clase de periodistas que solo procuran el bienestar  personal, favorecerse del poder aunque con sus ambiciones contribuyan a empobrecer más al pueblo.
Ese tipo de periodistas  es quien ha lanzado esas acusaciones contra honestos hombres de la presa que son amigos de todos los políticos, empresarios, comerciantes, de falsos héroes y de honestos ciudadanos.

Y lo han hecho para congraciarse con el poder, desconociendo que sus acciones solo los aleja más de la simpatía de  políticos honestos y capacitados, , pero los acerca a las sabandijas como ellos