El proyecto de una universidad construida por el gobierno dominicano en la comunidad haitiana de Limonada, y cuya entrega formal está prevista para este jueves día 12, es una gran incógnita.
Al parecer, la cuestión ocupa más a los haitianos, que recibirán la donación exactamente el día del segundo aniversario del terremoto que costó la vida a más de 300,000 de sus compatriotas, cientos de miles de los cuales todavía viven bajo carpas improvisadas en calles, plazas y campos deportivos.
Los medios de comunicación de la nación vecina recogen una agria polémica alrededor del tema, mientras que en la parte Este de la isla se registran pocas señales de cuestionamiento sobre los pormenores de la obra
El costo, el origen de los recursos, el manejo legal del proyecto por parte del Poder Ejecutivo dominicano, la asignación al o los constructor/es y otras interrogantes no son temas que se ventilen en público en los medios criollos.>-<
El proyecto de una universidad construida por el gobierno dominicano en la comunidad haitiana de Limonada, y cuya entrega formal está prevista para este jueves día 12, es una gran incógnita.
Al parecer, la cuestión ocupa más a los haitianos, que recibirán la donación exactamente el día del segundo aniversario del terremoto que costó la vida a más de 300,000 de sus compatriotas, cientos de miles de los cuales todavía viven bajo carpas improvisadas en calles, plazas y campos deportivos.
Los medios de comunicación de la nación vecina recogen una agria polémica alrededor del tema, mientras que en la parte Este de la isla se registran pocas señales de cuestionamiento sobre los pormenores de la obra
El costo, el origen de los recursos, el manejo legal del proyecto por parte del Poder Ejecutivo dominicano, la asignación al o los constructor/es y otras interrogantes no son temas que se ventilen en público en los medios criollos.
En República Dominicana se ventilan informaciones de manera tangencial en el sentido de que determinadas firmas de constructores ejecutan proyectos sensibles para la sociedad haitiana. Tal es el caso de la carretera que une a Puerto Príncipe, la Capital, con Cabo Haitiano, en el Norte, de más de 300 kilómetros.
Entre esos constructores se mencionan a Estrella y a Félix Bautista, en ambos casos con poca difusión de las obras, sus costos, su naturaleza y otros pormenores.
Tampoco se ventila en los medios de comunicación dominicanos la interrogante sobre el origen de los recursos, que algunos han estimado en US$50 millones y si su desembolso fue aprobado por el Congreso.
A los haitianos, en cambio, les preocupan otros aspectos.
En Haití existe una deficiencia en materia de política de educación superior, cuya definición algunos académicos han sugerido a propósito de Limonada, una comunidad ubicada a alrededor de 15 kilómetros al Suroeste de Cabo Haitiano, la segunda ciudad en importancia de Haití.
La definición de las líneas sobre política de educación superior es exigida con el componente de que el proyecto Limonada sea parte de una gestión independiente del Estado, autogestionaria, privada, entre otros aspectos.
Alguna luz
De las pocas informaciones que se han vertido sobre la obra está la ofrecida por el embajador dominiano en Haití, Rubén Silié Valdez, sobre los aspectos históricos y la naturaleza del acto de inauguración.
La inauguración no será una fiesta, sino un solemne acto de recordación de las víctimas, dijo Silié Valdez al periódico Hoy.
El día de la entrega de la obra, agregó, el pueblo haitiano se recoge para orar por los desaparecidos en el terremoto que en 2010 cobró la vida de más de 300,000 haitianos.
La sede está en los terrenos que en 1815 apartó el rey Henri Christophe para la universidad que llamó Academie Royale, como parte de las grandes realizaciones en el período de auge de su reino.
Entre las grandes realizaciones de Cristophe se citan también el complejo militar La Citadelle, que domina panorámicamente la costa del Norte y Cabo Haitiano, así como el Palacio de Sans Soucí, que fue sede de su gobierno.
En República Dominicana se ventilan informaciones de manera tangencial en el sentido de que determinadas firmas de constructores ejecutan proyectos sensibles para la sociedad haitiana. Tal es el caso de la carretera que une a Puerto Príncipe, la Capital, con Cabo Haitiano, en el Norte, de más de 300 kilómetros.
Entre esos constructores se mencionan a Estrella y a Félix Bautista, en ambos casos con poca difusión de las obras, sus costos, su naturaleza y otros pormenores.
Tampoco se ventila en los medios de comunicación dominicanos la interrogante sobre el origen de los recursos, que algunos han estimado en US$50 millones y si su desembolso fue aprobado por el Congreso.
A los haitianos, en cambio, les preocupan otros aspectos.
En Haití existe una deficiencia en materia de política de educación superior, cuya definición algunos académicos han sugerido a propósito de Limonada, una comunidad ubicada a alrededor de 15 kilómetros al Suroeste de Cabo Haitiano, la segunda ciudad en importancia de Haití.
La definición de las líneas sobre política de educación superior es exigida con el componente de que el proyecto Limonada sea parte de una gestión independiente del Estado, autogestionaria, privada, entre otros aspectos.
Alguna luz
De las pocas informaciones que se han vertido sobre la obra está la ofrecida por el embajador dominiano en Haití, Rubén Silié Valdez, sobre los aspectos históricos y la naturaleza del acto de inauguración.
La inauguración no será una fiesta, sino un solemne acto de recordación de las víctimas, dijo Silié Valdez al periódico Hoy.
El día de la entrega de la obra, agregó, el pueblo haitiano se recoge para orar por los desaparecidos en el terremoto que en 2010 cobró la vida de más de 300,000 haitianos.
La sede está en los terrenos que en 1815 apartó el rey Henri Christophe para la universidad que llamó Academie Royale, como parte de las grandes realizaciones en el período de auge de su reino.
Entre las grandes realizaciones de Cristophe se citan también el complejo militar La Citadelle, que domina panorámicamente la costa del Norte y Cabo Haitiano, así como el Palacio de Sans Soucí, que fue sede de su gobierno.
Por: Germán Reyes
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